Valle de Egüés - Mallorca: Una cuestión de altura

Pese a no haber jugado antes contra un equipo de la máxima categoría, a Lecumberri no le asusta la histórica cita que va a vivir el conjunto de Sarriguren. Por el momento, el meta reconoce que se habla “de ver quién va a jugar, si van a salir con todo o ver si el Mallorca se va a centrar en liga”. Aunque dice estar centrado en la competición doméstica, nadie puede esconder que ha soñado con el encuentro una vez se celebró el sorteo. “Sí que ha habido momentos para todo. Uno se mete a la cama, empieza a soñar con ese partido y llega a la conclusión de que si para un partido normal estás con los dos ojos centrado en mil cosas, con esta gente, con el nivel que tiene, tienes que estar más aún, porque si te despistas te la lían y van a salir a morir y con el nivel que tienen pueden pasarte muy por encima. Tienes que estar concentrado, más de lo normal”, asegura el cancerbero.

"Aunque creas que puedas dominar el juego aéreo nunca puedes infravalorar al rival"

Sus casi dos metros de altura “nunca ha sido un problema. Creo que soy un portero que si tiene que salir, sale, y no tienes que achantarte aunque el rival sea el Mallorca. Es un partido más, sabiendo la importancia que tiene el partido y el nivel del rival. Hay que salir como un partido más”, detalle Lecumberri que, añade, su envergadura “no diría que es uno de mis fuertes, pero tampoco es una de mis carencias. Creo que cuando salgo, el 90% de las acciones las hago bien, pero no soy un portero que salga a todas las acciones”. En ese sentido, termina este asunto, “la altura siempre es un punto de ventaja, pero dudar o medir mal te puede pasar factura y que el delantero vaya con todo y sepa aprovechar la situación... al final, aunque creas que puedas dominar el juego aéreo nunca puedes infravalorar al rival”.

Héroe ante el Teruel

Pese a que los focos apuntaron a Miguel Díaz por ser el autor del 1-0 con el que el Valle de Egüés superó al Teruel en la primera ronda del torneo, lo cierto es que el equipo de Sarriguren no podría haber llegado a la prórroga sin, entre otras, la actuación del meta, que se hizo grande (nunca mejor dicho) ante los turolenses, realizando paradas de mérito. Preguntado por las veces que ha visto repetido el encuentro, Lecumberri se ríe respondiendo que “ni lo sé. Con los amigos mil veces, en casa otras mil... fue un día que estuve acertado”. “Se me iluminó el día, mano que ponía, mano a la que iba el balón”. “Recuerdo una, a bocajarro, en un pase atrás que salvo al primer palo, que termina despejando Hasier y me dijo en broma que ya me valía”. 

"Cuando pitó el final de la segunda parte pensé que era nuestro momento"

Conforme el portero iba desbaratando las continuas acometidas de los de Víctor Bravo (era uno de los últimos partidos que dirigía el técnico antes de ser cesado), las posibilidades de los de Sarriguren aumentaban, llegando a creerse el pase de ronda “en el momento que llegas a la prórroga. Cuando pitó el final de la segunda parte pensé que era nuestro momento. No veía que estuviéramos pasándoles por encima, pero entre el cansancio, algún despiste y si nosotros estábamos igual de concentrados que en todo el partido... Y así fue”.

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La alegría del Valle de Egüés al clasificarse a la siguiente ronda de Copa Oskar Montero

Ahora, ante el Mallorca, la clave está en “disfrutar del partido. Con los pies en la tierra eres consciente de que es un equipo de Primera División. Intentar hacer el mejor partido posible y que sea lo que sea. Tienes que tener a tope la concentración, la intensidad, la ilusión... y a partir de ahí intentar hacer el mejor papel posible” y soñar, por qué no, con dar la campanada si “conforme vayan pasando los minutos igual no van con la misma actitud. Pienso que conforme vayan pasando, la sorpresa puede estar más cerca”.