Ibaider Gárriz (3 de febrero de 2001), uno de los capitanes de Osasuna Promesas, alcanzó en el encuentro de la jornada pasada en Lugo su partido número 100 con el filial rojillo desde que debutó en la temporada 2020/21. Tras un inicio algo turbulento, Gárriz fue labrándose un puesto en el 11 de Santi Castillejo, llegando a una envidiable cifra de encuentros con el Promesas, y siendo uno de los pilares del equipo jornada tras jornada.

¿Cómo se ven en retrospectiva esos 100 partidos con el Promesas?

–Miras atrás y te das cuenta de todo lo que has pasado, de los primeros años donde me costó entrar y adaptarme, con lesiones y alternando entre el Subiza y el Promesas, hasta consolidarme y jugar la mayoría de los partidos. En los primeros años, yo me veo casi fuera del club, ya que me dicen que lo iba a tener complicado, pero mi familia me animó a intentarlo. Jorge (Herrando) sale cedido al Logroñés y puedo jugar más, y pude demostrarle a Santi de lo que era capaz. Y llegamos a los 100 partidos. El otro día no salió como habíamos planeado, pero toca seguir peleando.

¿Cuáles fueron las lesiones que le estorbaron cuando empezó?

–El tendón del isquio fue la del primer año, y fueron cuatro meses complicados, aunque ya conseguí recuperarme y pude participar en más y más encuentros. El segundo año tuve una lesión muy similar, aunque pude recuperarme en verano. Ese año estaban Unai (Dufur) y Jorge dando un nivel muy alto y el puesto estaba muy disputado. Al final, por un percance de Unai consigo entrar en el 11 y logro estar más de veinte partidos como titular ese año. 

¿Cree que esas lesiones le perjudicaron a la hora de adaptarse al ritmo del Promesas?

–El primer año es el que doy más de mí, y Santi empieza a ver cosas positivas de mi juego, y puede que esas lesiones no llegasen en el mejor momento. De todos modos, no me paro a pensar en lo que podría haber sido. Creo que di mucho de mí y eso también sirvió para demostrar mi capacidad y mi esfuerzo. 

¿Qué aprende de todo este proceso?

–Al final, competir y exigirse a uno mismo. Creo que es el año que más aprendo, Unai y Jorge estaban a un gran nivel, y defensivamente aprendí muchísimo de los dos. 

¿Le ha dado el club alguna explicación de por qué no lo han subido aún con el primer equipo?

–Llega un momento que es mi quinto año en el Promesas, y no he participado en ningún entrenamiento con el primer equipo ni he entrado en convocatorias. Eso tiene su lado malo, porque al final no te ves ahí, pero también su lado positivo, ya que yo tengo claro para lo que hoy en día me quieren. Estoy muy agradecido por las oportunidades que me han dado, el fútbol son mil cosas, con lesiones, estado de forma... Este mundo es así. 

¿Cree que le ha faltado algo en concreto para alcanzar el primer equipo?

–Alguna vez lo he pensado también. Igual me ha faltado algo en específico, no lo sé, pero tengo claro que estoy muy agradecido con el club, estoy contento con lo que he hecho y sé que hay muchos que están en mi misma situación, y decidir quién sube y quién no es algo complicado. 

¿Cuál es el compañero que más le ha impresionado?

–Sí que ha habido años donde jugadores como Aimar (Oroz) o Pablo (Ibáñez) tiraban más del carro y les veías con mucho potencial. Igual ha habido otros años donde no había un jugador que destacase por encima, o casos como el de Iker (Muñoz), que con nosotros jugaba muy bien, y luego lo suben al primer equipo y parece que lleva diez años allí, con toda la experiencia y desenvolviéndose muy bien. 

¿Como veterano considera que tiene alguna responsabilidad extra a la hora de orientar a los más jóvenes?

–Los que llegan nos tienen a nosotros como un ejemplo, si te tienen que preguntar lo hacen y les ayudas sin ningún problema. También me dicen que si les tengo que decir algo en medio de un partido, una corrección o lo que sea, lo haga, porque lo agradecen. Dentro del campo quiero que aprieten y den todo de sí mismos. Es verdad que si en algo se identifica Osasuna es un poco la humildad, todos sabemos dónde estamos y de dónde venimos, y tratas de mantener unos valores, representando al club. 

¿Cómo se adapta este año a su rol de pivote?

–Tenemos a gente que lo vive mucho, y cuando las cosas no van tan bien pues buscan soluciones para sacarlo adelante. Si Santi me dice que juegue de pivote, lo haré. Creo que él hace siempre lo que considera mejor para el equipo, y si cree que si juego ahí puedo ayudar no tengo nada que decir, confío en él. No sé si a mí me viene mejor o peor, pero en estos momentos no puedes ponerte a pensar en ti mismo, y tienes que ayudar en todo lo que puedas. 

¿Cuáles son las claves de esta temporada en 1ª RFEF?

–Ya lo digo siempre, que esta categoría es muy complicada. Al final, vas a Lugo como el otro día y te toca perder, pero luego ves los entrenamientos de gente que no está jugando y te quedas asombrado. Al final, es muy difícil dar con la tecla en esta categoría, y hay gente que se lo prepara muchísimo. Luego están los vídeos de Santi mostrando los errores o cosas que no le han gustado, los vídeos de análisis al rival, el entrenador de porteros con preparaciones también... De los que estamos ahí en la pelea, al final hay dos equipos que van a salvar la categoría. ¿Por qué no íbamos a ser nosotros uno de ellos? Creo que si seguimos haciendo las cosas así, con todo el trabajo y todas las horas que metemos, podemos lograrlo. 

¿Cree que Osasuna, al ser un equipo con mucha influencia del filial, debería tirar más de cantera que de fichajes?

–Es una vara de medir un poco complicada. Estoy de acuerdo en que los chavales que vienen de abajo son importantes, y deben tener su momento, aunque al mismo tiempo tienes que mantenerte competitivo. Yo soy de los que piensan que aprendes mucho más en una temporada en 1ªRFEF tratando de salvar la categoría que en 2ªRFEF tratando de ascender. La diferencia es abismal, no puedes ir tranquilo porque te vas a llevar 3. También pienso que el club quiere mantener el equipo en la categoría y hay que mantenerse competitivos, así que si viene gente de fuera que quiere ayudar no lo veo como algo negativo. El tema de la gente que viene de fuera (siempre que sean jugadores que en un futuro puedan aportar al primer equipo y no parches temporales), creo que para llegar al máximo nivel tienes que pelearte con cualquier jugador. En Primera tienes delante a los mejores de todo el mundo.

¿Cree que para ascender en el club se busca algún perfil en concreto?

–Todo el que viene aquí y no tiene claro que Osasuna es dar el máximo cada día en cada entrenamiento no va a jugar. A Santi le da igual la historia de cada uno o de donde vienes, si no rindes o no das lo mejor de ti mismo, si no ayudas... Lo tendrás complicado.