Una década después de comenzar esta andadura entre Segunda División B y Segunda RFEF, el Izarra se despide de la categoría y consuma un descenso a Tercera RFEF que no por esperado es menos doloroso. Una agonía que llega a su fin para un equipo que ha estado en las últimas posiciones de la tabla y que, a lo largo de la competición, no ha sido capaz de darle la vuelta a la situación y lograr la permanencia.

El equipo estaba avisado

No obstante, el peligro de un descenso a Tercera RFEF era algo que encendía las alarmas en Merkatondoa. De hecho, Rodrigo Hernando cogió el equipo en las últimas jornadas de la temporada pasada y, aunque se le alargó la temporada dos semanas más por acabar el curso regular en puesto de promoción de descenso, salvó la eliminatoria ante el Formentera, dándole al equipo la permanencia. El técnico renovó su vínculo con el equipo, pero la temporada no ha transcurrido como le hubiera gustado al club.

Ahora, el equipo deberá rearmarse (ajustando posibles salidas con nuevas llegadas) para intentar regresar a Segunda RFEF el próximo curso, objetivo que, precisamente, está persiguiendo la Mutilvera en el presente ejercicio, una vez tampoco pudo salvar la categoría la pasada temporada.

Será la 37ª participación del club en Tercera

De este modo, el Izarra competirá por 37ª vez en su historia en Tercera División, la élite del fútbol local, categoría en la que se ha proclamado campeón en cuatro ocasiones: 1989/1990, 2007/2008, 2008/2009 y 2013/2014. Además, el conjunto que preside Alfonso Canela es el séptimo equipo navarro con más participaciones en la historia de la Tercera, por detrás de Tudelano (55), Txantrea (54), Oberena (49), Peña Sport (41), Burladés (40) y Valle de Egüés (38).