Solucionado en 37 minutosEFE
Españademostró en su visita a Bulgariala enorme distancia entre ambas selecciones, en un firme primer paso hacia el Mundial 2026 con un partido sentenciado en el primer acto, con los goles deOyarzabal, Cucurella y Mikel Merino, siempre al ritmo de Lamine Yamal y con espacio para la reaparición de dos referentes como Dani Carvajal y Rodri.
España exhibió en Sofía la imagen con la que una selección de las favoritas al trono mundial debe iniciar una fase de clasificación. Sin relajación ni autocomplaciencia. Con poderío pese a ser la primera fecha de la temporada, con los jugadores aún buscando un buen tono físico. Tan superiores al rival que dejaron todo visto para la sentencia al descanso. Ni el ambiente de un estadio lleno impulsó a Bulgaria a rememorar tiempos enterrados.
Bulgaria 0
España 3
BULGARIA Vutsov; Nedyalkov, Dimitrov, Tsenov, Nurnberger (Bozhinov, m.62); Chochev (Milanov, m.81), Panayotov (Petkov, m.46), Gruev, Minkov, Kirilov (Minchev, m.72); y Kolev (Nikolov, m.72).
ESPAÑA Unai Simón; Pedro Porro (Carvajal, m.62), Le Normand (Pau Cubarsí, m.46), Huijsen, Cucurella; Zubimendi (Rodri, m.62), Mikel Merino, Pedri; Lamine Yamal (Jesús Rodríguez, m.79), Nico Williams (Dani Olmo, m.71) y Oyarzabal.
Goles 0-1 m.5: Oyarzabal. 0-2 m.30: Cucurella. 0-3 m.37: Mikel Merino.
Árbitro Srdjan Jovanovic (Serbia). Mostró cartulina amarilla a Le Normand (39).
Estadio Vasil Levski de Sofía, lleno: 43.230 aficionados.
Su presente está a años luz de su época dorada. En contraste con España. Ganadora de la Eurocopa, y con el Mundial en el punto de mira para consagrar a unos futbolistas que muestran hambre de éxito ante cualquier rival. De inicio sentenciaron a Bulgaria. En apenas cinco minutos. Con el pase de calidad filtrado entre líneas al desmarque de Oyarzabal y la definición del 9.
Encuentra en la selección Oyarzabal, el autor del tanto de la conquista de la última Eurocopa, la regularidad goleadora que no tiene en la Real Sociedad. El curioso caso de un futbolista que ha pasado a rendir mejor con la selección que con su club. Le nutren de balones compañeros que entienden su forma de moverse en zona de ataque. Lo hizo Zubimendien dos pases de gol. El primero con el pie, el segundo con la cabeza.
Mandó a la red Oyarzabal la primera que tuvo. Tras un gran control orientado de zurda y definiendo bien ante el portero. Perdonó el segundo, algo escorado.
Por su parte, Lamine Yamal ya volvía loco a Nurnberger. Sin un marcaje especial y encarando siempre.
En otra órbita futbolística, a años luz de la española, Bulgaria fue valiente. No salió a encerrarse ni plantó una defensa poblada. Se defendió como pudo, corrió en exceso detrás del balón, al ritmo que imprime Pedri jugando más cerca del mediocentro. Libertad para Merino que lo mismo aparecía iniciando la presión arriba que robando como centrocampista en campo contrario. Su rival se asfixiaba.
Apenas disfrutó de una ocasión gracias al ímpetu de Kirilov. Encaró a Pedro Porro, titular mientras Carvajal recupera su identidad. Desvió el disparo del extremo bulgaro y lo repelió la madera. El Vasil Levski vibró por segundos soñando con un imposible. Pronto España devolvía las cosas a su sitio. Había perdonado Lamine Yamal un mano a mano ante el portero, pero Cucurella la puso en la escuadra para estrenarse como goleador a lo grande. Tras nueva jugada de Yamal y un rechace que enganchó con potencia de un zurdazo perfecto. Era el minuto 30 y la sentencia llegó 7 después, cuando Mikel Merino sacó provecho de su poderío aéreo.
Regreso de Carvajal y Rodri
Con todo casi resuelto, regresaron en el segundo acto dos pilares como Carvajal y Rodri, a días de cumplirse un año de ausencia con La Roja. Referentes en el Mundial que inician el camino de regreso al nivel que les consagró como los mejores del mundo en sus demarcaciones.
Antes de su entrada perdonaba otra Yamal. Solo le faltaba el gol. Llegó forzado ante Vutsov y el portero salió vencedor. Se aliaba con la fortuna cuando Merino hacía temblar la portería con un zurdazo potente desde la frontal.
Recibir a la campeona de Europa era motivo de fiesta para la afición búlgara. Perdiendo 0-3 hacía la ola. nadie se marchaba. Ver competir a su selección de nuevo con una grande ya era motivo de orgullo mientras sus jugadores daban todo lo que tenían. Y España rizaba el rizo en los últimos metros rebajando eficacia.
De la Fuente metía más hambre con un debutante como Jesús Rodríguez en unos minutos en los que Rodri mostraba que aún está lejos de ser el dominador del centro del campo. La imagen de autoridad de Zubimendi marca una distancia actual en una demarcación en la que España presume de referentes.
La próxima cita, el domingo en Turquía (20.45), el principal rival en la lucha por el puesto de clasificación directa (el segundo jugará la repesca).