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Tabla de quesos: guía fácil para montar un aperitivo

Las tablas de quesos y embutidos se han convertido en uno de los aperitivos de moda, entre otras cosas porque son sencillos de hacer y muy vistosos. La clave está en escoger buenas materias primas y colocarlas de forma estética.

Tabla de quesos: guía fácil para montar un aperitivoFreepik

Las tablas de quesos son relativamente sencillas de preparar, entre otras cosas porque no requieren entrar en la cocina, pero sí que llevan su tiempo, sobre todo a la hora de hacer la compra y pensar cómo disponer cada alimento para crear un resultado equilibrado y estético. Sirven tanto para un picoteo informal como para una ocasión especial; y siempre funcionan y sorprenden a los comensales.

El éxito a la hora de servir una tabla de quesos no solo depende de la cantidad y calidad de los quesos, sino de cómo se presenten y se coloquen, porque el orden, a la hora de probarlos, es muy importante. Aunque no se aprecie a primera vista, es fundamental colocar los quesos teniendo en cuenta el paladar, y comenzar por los más suaves, para terminar por los más fuertes en cuanto a sabor y aroma. Siguiendo esta idea es más fácil empezar a trabajar sobre la tabla y jugar con otros alimentos y complementos que den color al resultado. 

Tabla de quesos, cada uno con su propio cuchillo o pala para servir.

Aquí va una serie de consejos a tener en cuenta:

* Elegir la tabla. Las tablas de madera siempre han estado presentes en la cocina, son imprescindibles en el día a día de cualquier cocinero, pero para convertirse en base de este tipo de aperitivos mejor dejar en el cajón las tablas viejas y llenas de golpes, y escoger un modelo nuevo. En el mercado se nota que están de moda, y se pueden encontrar diseños originales, con formas redondas, rectangulares o incluso irregulares, en diferentes tonos y maderas, e incluso combinadas con mármol u otros materiales. 

* Los quesos, protagonistas. Suele ser el producto central, por eso lo ideal es servir entre seis y ocho quesos diferentes. La variedad es clave y se puede jugar con quesos elaborados con distintas leches (vaca, oveja y cabra), distintos estados de maduración, texturas y cortezas variadas. Un detalle importante es que los quesos estén a temperatura ambiente antes de consumirlos. Además, el corte es clave, ya que cada queso pide un tipo de corte y una forma correcta de servirlo: los quesos más duros, en lonchas o en cuñas; los de pasta blanda mejor cortados en forma de pequeños cubiletes, y los blancos en cuencos para untar.

 * Embutidos. Para completar, lo que más suele gustar son los embutidos: jamón, salchichón, lomo embuchado... Se pueden colocar en filas, en montoncitos, o con forma de flores (se pueden enroscar las loncha formando pétalos).

* Otros productos de temporada. Estamos en otoño, así que se puede aprovechar para complementar la tabla con higos, mermeladas y compotas, frutos secos, uvas, frambuesas y manzanas en trozos, que además sirven para limpiar el sabor entre queso y queso.

* Pan. Es fundamental y lo ideal es jugar con varios tipos y texturas: rebanadas de miga blanca e integral, hechos con nueces y pasas, en forma de colines... También pueden colocarse galletas saladas, crackers...