Los huesillo extremeños son un delicioso manjar, con su característico sabor y textura crujiente, acompaña las celebraciones de estas fechas, llenando las mesas de tradición y sabor. En esta versión, enriquecida con anís, mantequilla y almendra, los huesillos adquieren un toque único.

Ingredientes

  • 500 g de harina de trigo
  • 100 g de mantequilla (a temperatura ambiente)
  • 100 g de almendra molida
  • 100 g de azúcar
  • 1 huevo
  • 1 cucharadita de anís (en grano líquido)
  • 1/2 cucharadita de levadura química
  • Una pizca de sal
  • 50 ml de vino blanco (opcional)
  • Aceite de oliva para freír
  • Azúcar glas (para espolvorear)

Elaboración

En un bol grande, tamizar la harina con la levadura química y la pizca de sal.

Agregar la mantequilla a temperatura ambiente y mezclar hasta obtener una masa arenosa.

Incorpora el azúcar, el huevo, la almendra molida y el anís (si usas anís en grano, mejor triturarlo ligeramente con un mortero o pasarlo por el molinillo para liberar su sabor).

Verter el vino blanco poco a poco, mientras se mezcla, hasta obtener una masa suave y homogénea (puedes necesitar más dependiendo de la harina).

Amasar sobre una superficie plana enharinada hasta que la masa esté suave y no se pegue.

Dividir en pequeñas porciones y estirar con un rodillo hasta que tenga un grosor de unos 5 mm.

Cortar las formas típicas de los huesillos: rectángulos o triángulos, al gusto.

Freír en una sartén grande con abundante aceite de oliva. Mejor por tandas, para controlar que se doren por ambos lados.

Ponerlos sobre papel absorbente para que escurran el exceso de aceite. Una vez fríos, espolvorear los huesillos con azúcar glas.