Un juzgado madrileño ha condenado este miércoles a dos fotógrafos a pagar 265.000 euros a la periodista Mariló Montero por captar imágenes suyas en sendos viajes a Las Maldivas y a Bora-Bora y por hacer insinuaciones sobre su orientación sexual, así como a pagar 75.000 euros a la amiga que la acompañaba en el segundo viaje.

La sentencia del Juzgado de Primera Instancia número 35 de Madrid, adelantada por El Confidencial y a la que ha tenido acceso Efe, condena a los fotógrafos propietarios de la agencia Código Press (Diegus S.L.) al pago de una de las mayores indemnizaciones ordenadas en España por intromisión ilegítima en la intimidad y el honor, precisan fuentes jurídicas.

Ahora el Juzgado de Primera Instancia número 35 de Madrid condena a los propietarios de la citada agencia por captar y publicar imágenes en 2014 en Las Maldivas, donde Montero viajó junto a sus hijos, y por las captadas en 2015 en otro viaje que hizo la periodista junto a una amiga a Bora-Bora, en las que aparece en top-less.

También les condena, concretamente al pago de 90.000 euros, por "publicación de las falsas insinuaciones sobre su condición sexual en medios de comunicación". La condena prohíbe difundir esas imágenes y, en el caso de las que muestran a la amiga de Mariló, ordena su destrucción en todos los soportes.

Mariló Montero denunció a la agencia Código Press tras conocer que los fotógrafos trababan de vender para su publicación las imágenes obtenidas en el segundo viaje, lo que consiguió frenar, a pesar de lo cual la agencia "hizo declaraciones a distintas revistas, en las que no solo describían dichas fotografías; algo que casi igualaba a su publicación, sino que se hacían insinuaciones sobre la condición sexual de la actora y por ende de su acompañante", lo que fue recogido por varios medios, según recuerda la sentencia.

Un personaje público

Por su parte, los fotógrafos argumentaron que se trata de un personaje público que estaba en lugares públicos y que Montero inicialmente no denunció las fotos que publicó "Lecturas" de Las Maldivas porque fueron retocadas y así fueron de su agrado. Sobre las fotos en top-less de Bora Bora, los profesionales inciden en que no se publicaron y en que "nadie de la agencia ni de su entorno ha efectuado manifestaciones públicas sobre la existencia de las fotos, ni afirmación, insinuación o manifestación alguna que pudiese ser considerada humillante o que afectara al honor de la actora".

Para el magistrado, Montero es una "reputada periodista y en absoluto debe soportar una persecución sobre su persona destinada a la captación de su imagen en momentos de su estricta esfera privada, carentes del más mínimo interés público, para comercializar con su imagen".