De forma paradójica, el álbum destila melancolía desde el primero al último acorde. Natural de Abadiño (Bizkaia), la carismática autora vasca, que fue finalista de La Voz, reside en estos últimos tiempos en México, país, a su juicio, "de oportunidades".

Ocho años después, el disco es una realidad.

Sí, por fin, ¿no? La verdad es que me ha costado mucho todo: el proceso de creación, producción y publicación del disco. Nunca me había atrevido a sacar las canciones. Siempre pensé que era algo muy personal y solo se las cantaba a esa persona a la que se las escribí. Gracias al apoyo de mi familia y amigos, por fin, me lancé a crear este proyecto que ahora ya es una realidad.

Es una joya soft-pop

Muchísimas gracias. Pues, creo que la primera vez que supe que quería cantar o al menos subirme a un escenario, fue cuando vi a Shakira cantar en OT (Operación Triunfo). Para mí, esa magia, ese carisma y atracción que tenía era increíble. Además de eso, mi casa siempre ha sido un entorno lleno de música, mi ama y su familia han sido músicos y a mi aita le encanta la música.

¿Quién le dijo por primera vez: "¡Qué bien cantas!" o "Qué voz más bonita tienes"?

La verdad es que no lo recuerdo, pero a lo largo de los años me lo han dicho mucho.

Reside en la actualidad en México. ¿Dónde reconocen más sus cualidades: en el país azteca o en Euskal Herria?

Sí. México es un gran país. Hay muchísimas más oportunidades musicales, y la gente valora mucho la música y te felicita cuando te escucha cantar, y, sinceramente, creo que lo hacen desde el corazón. Pero sí que es verdad que en Euskal Herria es donde he crecido musicalmente y, al final, es donde más se me reconoce.

Retrato de Idoia B.

Aquí hay o ha habido un boom de música hecha por mujeres jóvenes. Ahí está usted, Olatz Salvador -con quien quedaría un dueto perfecto en boom Ohetik

Creo que todas aportamos algo distinto a la música, y poco a poco se está renovando la voz femenina en la música vasca. Creo que ya ha empezado a modernizarse un poco más el formato musical del panorama y ya no solo está la voz de la mujer en bandas. Es más común encontrar un estilo en solitario, tranquilo e incluso acústico. Me gusta mucho la forma que está tomando el panorama musical euskaldun.

Su productor es Iker Lauroba, de hecho, él ha tocado todos los instrumentos de su disco. ¿El donostiarra es un mago que convierte los sueños en realidad?

Iker es un fenómeno y un músico espectacular. Nos conocemos desde hace unos años y él siempre había creído en mi voz. Gracias a él, he podido grabar el disco ya que yo no sabia ni por donde empezar. Para mí es un genio de la música y siempre esta dispuesto a ayudar a los pequeños artistas. Es un amor y tiene un gusto musical exquisito.

El título del disco es Kit antinostalgia

En mi primer viaje a México, allá por 2019, la persona a la que le dedico el disco y a la cual le escribí estas siete canciones, me regaló una cajita de madera pintada a mano que en su interior guardaba diferentes compartimentos con recuerdos mutuos. Junto a esos recuerdos había una nota que decía: kit para la nostalgia. Era una caja para que nunca me pusiera triste cuando me fuera y sintiese que me faltara esta persona. De ahí parte la idea de poner el nombre al disco, Kit antinostalgia, que se les ocurrió a dos amigas.

En la música se valora mucho tener carisma propio, tanto en voz como en la estética, y usted lo tiene.

Nunca lo había pensado, la verdad. Me lo dicen mucho. Creo que canto desde niña como sale y si soy carismática desde luego es algo que llevo dentro de mí y que lo plasmo sin querer cuando canto. Creo que al cantar soy otra persona y no pienso en nada más que en explorar las canciones que canto e interpretarlas.

El disco tiene siete canciones: cuatro en castellano, dos en inglés y una en euskera. ¿Cómo elige el idioma para componer?

La verdad es que cuando empecé a componer siempre lo hacía en inglés, pero han ido pasando los años y mis gustos musicales han ido creciendo. Al empezar a escuchar a artistas latinas, me decanté por empezar a probar en castellano, y, la verdad, ahora mismo me encanta cantar en este idioma cuando antes ni me gustaba. Y qué decir de Ohetik, para mí fue un reto componer en euskera, la verdad, porque simplemente no se me da bien. Nunca se me ha dado bien escribir en euskera pero no sé, un día me salió solo y pensé que era la canción perfecta para cerrar el disco.

Barcelona es pura delicia sonora, Taylor en alguna melodía recuerda a Four Non Blondes, Antes de morir es una canción muy inspirada y Barcelona Taylor Ohetik

Todas. Las siete son muy importantes para mí, porque al final están cantadas y compuestas desde el dolor del corazón. Hay algunas que me gustan más que otras, pero si me tuviera que decantar por alguna seria El trapo. No sé qué tiene esa canción que me encanta cantarla, interpretarla y además me encanta el videoclip que saqué de ella. Creo que es la canción que más me llena, y curiosamente es la única canción que habla de mí y no de la otra persona.

El segundo single, Vuelve tiene buenos mimbres para una versión mariachi€ ¿Lo ha pensado?

Lo sé. Has dado en el clavo. Me encantaría, la verdad. Me fascinaría. No me di cuenta de ello al componerla, pero cuando la escuché por primera vez con la producción de Iker me empezó a sonar como a una canción de Mon Laferte o Natalia Lafourcade. Sí que me llamaría la atención poder grabarla con un grupo de mariachi, sería algo increíble.

¿Cómo va a defender el disco en las actuaciones en directo?

La verdad es que no tengo ningún plan a largo plazo. Hasta aquí ha llegado el disco de momento y ahora ver venir.

¿Compuso alguna de las canciones en México?

No, en realidad todo el disco lo compuse en mi habitación, en Abadiño, donde estuve con depresión un tiempo y con mucha ansiedad y tristeza. De ahí la portada. Es una ilustración que creé de mi cama y de ciertos elementos que hay en ella con un halo mágico. Para mí, haber compuesto quizá la mitad de las canciones del disco en mi espacio, mi lugar, como es mi cama, es una pasada. Creo que mi cama es mi refugio. Si tuviera que escribir un disco en México sería totalmente distinto. Creo que sería un disco menos nostálgico y más alegre, colorido, como siento yo que es México.

¿Qué es más vital en el mundo de la música una buena voz y propuesta musical, o tener los mejores contactos con medios de comunicación?

Creo que las dos cosas van de la mano y que muchas veces es cuestión de suerte. Creo que en este mundo hay gente con mucho talento y que no quiere darse a conocer o simplemente valoran más otros aspectos de la vida. Y luego hay personas que, sin comerlo ni beberlo, están en la palestra y tampoco es que tengan la mejor voz del mundo, pero tienen un buen camino, dinero para invertir, contactos o simplemente carisma. Es un poco tramposo este mundo o como digo yo, una caca pintada de purpurina. Es un mundo difícil en el que lo único que te ayuda es hacer lo que te gusta y hacerlo por ti y para ti, no por contentar a los demás.

Ha preferido que su imagen no vaya en portada, como hizo en los singles de El trapo y Vuelve.

Como he mencionado antes, tenía muy claro que la portada iba a ser una ilustración hecha por mí. Creo que era lo que mejor representaba mi estado de ánimo y mi vida en ese momento. No me veía reflejada con una portada de mi cara, quizá en un futuro podría ser, pero en Kit antinostalgia prefería que las ilustraciones hablaran por sí mismas.

Suele decir que le gustaría grabar un videoclip al día. ¿Tanto lo disfruta?

Adoro grabar videoclips. Cuando era niña veía muchísimos y me fascinaban. Para mí eran como una mini película y me parecía increíble cómo se podía contar una historia a través de una canción y unas imágenes. Siempre intentaba analizar el significado de los vídeos de los artistas que me gustaban y disfrutaba haciéndolo. Ahora que he podido sacar adelante un disco y he podido grabar videoclips de dos de mis canciones, estoy feliz. Es un sueño hecho realidad.

¿No le hace daño cantar letras tan personales, volver a revivir ese dolor que sufrió?

Sí que cuando las compuse sentía un dolor horrible, pero a medida que empezaron a tomar forma, que fueron haciéndose más grandes, con toda la instrumentación, empezaron a parecerme ajenas a mí, como si no fueran mías y estuviera cantando las historias de otras personas. A día de hoy, si no las escucho, mejor. No me gusta volver a revivir algo que cantaba a una persona tan especial. Cuando las canto en directo sí que se me olvida el significado de cada canción. Pero en realidad es algo del pasado y que simplemente ha quedado grabado en un disco.