El papel de aluminio es un productos imprescindible en las cocinas de prácticamente todos los hogares. Conocido también como papel de plata o papel albal, debido al nombre de la marca francesa que creó el primer rollo de papel de aluminio, consiste en una lámina de aluminio muy fina, de entre 0,2 y 0,6 milímetros, con una cara brillante y otra mate, ambas con idénticas propiedades.

Al ser flexible, resistente, duradero, reutilizable y muy maleable, resulta de gran utilidad para cometidos muy diferentes.

Conservar, envolver o cocinar alimentos, así como mantener la humedad o el calor de distintos productos y protegerlos de posibles contaminaciones son algunos de sus usos más extendidos. Sin embargo, existen otros muchos menos conocidos pero que resultan muy curiosos y prácticos. Algunos de ellos son:

1- Conservar los alimentos y las bebidas calientes. Envuelve tu bocadillo o tu café en papel albal y lo mantendrás caliente durante más tiempo.

2- Adiós al pelo encrespado. Recorta un trozo de papel de aluminio y pásalo mechón a mechón desde la raíz hasta las puntas de tu cabello. Te durará mucho más tiempo que si solo lo pasas por la capa superior de la melena.

3- Acabar con la suciedad incrustada. Haz una bola de aluminio como si fuera un estropajo y cúbrela con un buen lavavajillas. Pásala por la base de tus sartenes o tus perolas y verás desaparecer la grasa y la suciedad acumulada en ellas. Frota con cuidado para no dañar el recipiente.

4- Mantener limpio el horno. Forra la base del horno, la rejilla o la bandeja con papel de aluminio y retíralo una vez que hayas acabado de cocinar. Evitarás las molestas manchas y salpicaduras de la comida. Procura que el papel no entre en contacto con el cristal de la puerta, ya que puede provocar decoloraciones permanentes.

Una mujer mete la cena al horno. Freepik

5- Limpiar las joyas de plata. Forra un bol con papel de aluminio y coloca en él tus joyas de plata. Vierte agua muy caliente y añádele bicarbonato y sal. Déjalo actuar entre 15 y 30 minutos, aclara las joyas y por último sécalas con un paño suave. ¡Verás cómo brillan!

6- Afilar tijeras. Corta un trozo de papel de aluminio, dóblalo en unas cuantas capas y hazle unos cortes con la tijera. Notarás cómo corta mucho mejor.

7- Limpiar la plancha. Coloca una lámina de papel de aluminio, agrégale sal y mueve la plancha sobre ella como si estuvieras planchando.

8- Planchado más rápido. Cubre la superficie donde planchas con una lámina de papel de aluminio y coloca encima un paño. Como resultado, la prenda quedará planchada por los dos lados a la vez.

9- Hacer un embudo. Si no tienes un embudo a mano y necesitas verter un líquido de un envase a otro más estrecho, puedes improvisar uno haciéndotelo con papel de albal.

10- Ahorrar jabón. Si utilizas pastilla de jabón en el lavabo, verás que con la humedad esta se desgasta y se malpierde mucho. Envuélvela en papel de aluminio cuando no la uses y verás cómo dura más.

11- Plátanos más duraderos. Con el paso de los días, los plátanos se oxidan y se ponen negros. Si cubres el extremo del tallo con papel de aluminio, lograrás retrasar este proceso.

12- Aliado de las plantas. Coge una caja de cartón y córtale la parte superior y un lateral. Forra el resto de la caja con papel de aluminio, colócala con el lado abierto hacia la ventana y con la planta en su interior. La luz se reflejará en el papel y los tallos la recibirán por todos lados, de forma que crecerán más rectos.

Ya lo ves, no subestimes el papel de aluminio y ahora que conoces otras muchas de sus posibilidades comienza a darle esos nuevos usos.