Las labores del hogar se presentan como una ardua tarea en la que somos muy dados a procastinar. Y es que, la actividad diaria nos arrolla y nos deja poco tiempo para todo aquello que no sea lo más urgente.

Sin embargo, la limpieza y el orden son imprescindibles para que podamos disfrutar en el hogar del mayor bienestar posible, lo que va a repercutir en una buena salud física y mental. Una casa sucia, desordenada y desaliñada, además de afectar a la estética y a la higiene del hogar, le pasará factura inevitablemente a nuestro estado de ánimo.

De esta forma, limpiar y ordenar no se presentan como algo opcional, sino que se convierten en una actividad de obligado cumplimiento. Si no podemos hacerlo a lo largo de la semana deberemos dedicarle un buen rato durante los fines de semana.

Hábitos y felicidad

Los expertos coinciden en que hay una serie de hábitos de orden y limpieza que curiosamente comparten las personas más felices. Algunos de ellos son:

1- Rutina de limpieza

No se trata de acumular todas las tareas para hacerlas en un solo día; es mejor mantener la casa limpia y ordenada con pequeñas acciones diarias.

2- Hacer la cama

Aunque parezca una tontería, hacer la cama por la mañana tiene su importancia. Es una forma de empezar el día con una mentalidad más positiva y productiva y con una mayor sensación de orden.

3- Barrer o pasar el aspirador

La actividad física de bajo impacto que se esconde detrás de pasar la escoba hace aumentar la producción de endorfinas, las hormonas del bienestar, así como mejorar el estado de ánimo.

4- Limpiar superficies

Limpiando las superficies que usamos con mayor frecuencia reducimos la posibilidad de distraernos y creamos un espacio más adecuado para mantener la concentración y la calma.

Un hombre limpia con un bote de spray y una bayeta.

5- Deshacernos de lo que no sirve

Evita acumular cosas innecesarias o estropeadas; de esta forma ganarás espacio en casa por lo que te resultará más fácil mantener el orden. Dedica un día cada tres meses para separar aquellas cosas que quieres donar, vender, regalar o simplemente tirar a la basura porque ya no sirven.

6- Priorizar calidad sobre cantidad

En vez de acumular, ten en casa menos cosas pero de mayor calidad. Ver tus armarios y cajones menos abarrotados te transmitirá calma.

7- Doblar y guardar en vertical

Poner la ropa en los armarios en vertical te hará ganar espacio de forma que los tendrás siempre ordenados y sin sensación de estar abarrotados.

8- Apreciar el espacio

Sentir tu casa más espaciosa te servirá de motivación para seguir ordenando. Organizar objetos que no estén en su sitio puede transformar un espacio caótico en otro más ordenado y sereno y reducir el desorden visual que tanto estrés genera.

Una estantería con todos sus huecos perfectamente ordenados.

9- Ordenar un poco cada día

Dejar toda la limpieza para un solo día hará que se nos acumulen las tareas y tendremos la sensación de no tener tiempo para nada. Mantener el orden a diario haciendo pequeños gestos que no te llevarán más de 30 minutos cada día hará que tengamos que invertir menos tiempo en una limpieza más profunda.

10- Reparto de tareas

Si vives solo no te queda otro remedio que apechugar tu con todo, pero si compartes piso o vives en familia divide las tareas para que todos colaboren.

11- No tomarlo como una carga

Trata de realizar estas tareas escuchando tu música favorita, de forma que te resultarán mucho más amenas.

12- A menos tiempo, más concentración

Es cierto que cuanto más tiempo tenemos, más perdemos. Si afrontas una tarea para la que dispones de poco tiempo, estarás mucho más concentrado y trabajarás de una forma más intensa para poder acabarla a tiempo.

Todas estas acciones están orientadas a mantener la casa más limpia y ordenada, lo que sin duda va a tener un importante reflejo en nuestra salud y bienestar. En el plano emocional, destilará paz interior y transmitirá pensamientos positivos y te permitirá relajarte y desconectar de todo aquello que te genera estrés.