Existen más de 3,500 especies diferentes de mosquitos presentes por todo el mundo (excepto en la Antártida). Estos insectos, además de ser molestos, son los principales culpables de transmitir enfermedades, algunas mortales, como la malaria, según afirma la OMS.
Durante el verano, su presencia aumenta debido a las temperaturas y por ello debemos tomar más precauciones.
Método
Katori Senkō significa literalmente 'espirales antimosquitos', y no puede ser más descriptivo, ya que este ancestral método consiste que consiste en fijar sobre diferentes soportes una barra de incienso vegetal en forma de espiral de unos 15 centímetros de diámetro.
La novedad de darle forma de espiral aporta algunas ventajas importantes como son el grosor y longitud, que permiten que dure más que una barra de incienso convencional.

Otra clave de este método es que su ingrediente principal, la piretrina, de origen vegetal, está presente en plantas como el crisantemo, que altera a los insectos. Aunque su fórmula es segura para humanos y mascotas, se recomienda mantener una buena ventilación por el posible cúmulo de humo en interiores.
Existe una variedad de formatos y fragancias de este producto. Actualmente se les añade serrín y aromas de lavanda o citronela, que aumentan su eficacia y ofrecen opciones adaptadas a las necesidades del consumidor.
¿Cómo se utiliza?
Se coloca la barra Katori Senkor sobre un soporte metálico y ,al encenderla por uno de sus extremos, se va consumiendo despacio y de forma continua y controlada que puede durar entre 7 y 12 horas. Emite un humo suave que resulta muy molesto para los insectos, no solo acaba con ellos sino que además los ahuyenta.
Origen
Como se podría esperar, por su clima húmedo y cálido, este método se originó en Asia, en Japón. Ya sea por cuestiones culturales, históricas o económicas, en estos países existe una atracción por los métodos naturales.
El Katori senko se descubrió por azar. Eiichiro Ueyema, un comerciante de mandarinas, encontró por casualidad semillas de piretro, una planta conocida por repeler insectos, y la bautizó como "jyochūgiku". No tardó en darse cuenta de sus propiedades insecticidas, así que decidió mezclar el polvo de sus flores con almidón para crear barritas de incienso.
La forma de espiral que hoy conocemos fue una innovación de Yuki Ueyama (la mujer de Eiichiro) en 1895, que permitió que el incienso durara más tiempo y ofreciera una protección continua contra los insectos.
Estrategias Adicionales para Mitigar los Mosquitos
Según The Lancet Global Health, el uso de incienso Katori Senkō puede reducir hasta un 75% la presencia de mosquitos en interiores. Además, existen otras estrategias para minimizar la proliferación de estos insectos:
Los aceites esenciales con aromas de eucalipto, citronela o lavanda poseen propiedades repelentesy son tan efectivos como algunos repelentes químicos. Pueden ser usados en difusores o velas.
Cultivar plantas repelentes hierbas como albahaca, menta y romero en el hogar no solo actúa como barrera natural contra los mosquitos, sino que también ayuda a purificar el aire y mejorar la calidad del suelo.
Instalar mosquiteros en puertas y ventanas es una de las soluciones más comunes para evitar que los mosquitos entren en el hogar. Además, permiten una correcta circulación de aire, lo cual dificulta el vuelo de los insectos.
Los mosquitos necesitan agua para reproducirse. Limpiar los desagües y eliminar cualquier acumulación de agua en recipientes ayudará a reducir su proliferación. La materia orgánica en el agua atrae a los mosquitos para depositar sus larvas.
Las bombillas comunes emiten calor, lo que atrae a los mosquitos. Es recomendable reemplazarlas por luces LED, que no solo consumen menos energía, sino que también no atraen a estos insectos.
El Katori Senkō representa una combinación perfecta entre tradición y eficacia. Su origen natural, su facilidad de uso y su larga duración lo convierten en una alternativa ideal para combatir los mosquitos sin recurrir a productos químicos agresivos. Incorporarlo a nuestras rutinas de verano, junto con otras medidas preventivas, puede marcar la diferencia entre una temporada tranquila o una plagada de picaduras.