"Las ratas han acompañado a los humanos desde tiempos inmemoriales", así es como desde la prestigiosa revista de viajes National Geographic hacen referencia a estos roedores.
"Dos ratas pueden tener más de 1.000 crías en un solo año"
En esa misma línea, señalan que "nunca como ahora habían tenido tantos elementos a favor para diseminarse sin control, y es que las ciudades superpobladas y el aumento de las temperaturas son un caldo de cultivo perfecto para que estos roedores tan denostados por la humanidad pero tan vinculados a la actividad humana no tengan límites a la hora de desplazarse".
Y es que, según indican desde la BBC, "las ratas son reproductoras fenomenales. Una hembra suele tener unas seis camadas al año, cada una con hasta 12 crías. Estas ratas pueden empezar a reproducirse después de nueve semanas, lo que significa que dos ratas pueden tener más de 1.000 crías en un solo año. Los investigadores afirman que las cifras suelen aumentar en las ciudades. Esto se debe a que el asfalto y los edificios, que retienen el calor, tienden a calentarse más rápidamente que en las zonas rurales. Más edificios significan más rincones, tuberías y desagües donde pueden vivir las ratas. Todo esto agrava el desafío de cómo controlar mejor el crecimiento de las poblaciones".
La verdura que tienes en casa con que conseguirás ahuyentar las ratas
La cebolla es, nada más y nada menos que, uno de los remedios más sorprendentes y sencillos para combatir las ratas. Una verdura presente en prácticamente todas las cocinas y que puede convertirse en una barrera natural contra las ratas. Su fuerte olor, que para los humanos es habitual y tolerable, resulta muy desagradable para los roedores, hasta el punto de que evitan cualquier zona donde esté presente.
Además, si llegan a comérsela por accidente, la cebolla puede causarles malestar estomacal, lo que refuerza su función como repelente natural. Esta doble acción la convierte en un método efectivo y completamente libre de químicos peligrosos.
Para que este método sea realmente eficaz, es importante aplicarlo con constancia y de manera estratégica. La clave está en aprovechar su olor y colocarlo en los puntos más sensibles del hogar.
Se recomienda cortar la cebolla en pequeños trozos y ubicarlos en zonas oscuras o de difícil acceso, como debajo de los muebles, detrás del frigorífico, cerca de las entradas o en rincones donde se haya detectado su presencia. No obstante, la cebolla pierde su olor característico con el tiempo. Por eso, conviene reemplazar los trozos cada dos días, para mantener su efectividad.
Quienes quieran potenciar el efecto repelente de la cebolla pueden combinarla con otros ingredientes naturales, como hojas de laurel o pimienta cayena, que también resultan desagradables para los ratones.
Aunque la cebolla es segura para los humanos, no debe olvidarse que puede ser tóxica para perros y gatos. Por tanto, es recomendable colocarla fuera del alcance de las mascotas. En caso de duda, se pueden ubicar los trozos dentro de pequeños recipientes perforados o detrás de muebles donde los animales no accedan fácilmente. No elimina por completo el problema de raíz, pero sí contribuye a mantener alejados a los roedores de manera segura y continua.
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