Uno de los deseos que suele aparecer cuando somos niños es el concepto de la invisibilidad. ¿Quién no ha soñado alguna vez con ser invisible? Pero la invisibilidad, como idea, va cambiando, con la edad. Quizás, al principio empieza con la idea de colarse en lugares o espiar a ver qué hacen otros, pero luego puede cambiar nuestro punto de vista y desear que no nos molesten, ya que cuanta más edad vamos cumpliendo más responsabilidades adquirimos. 

Este concepto, además, es muy utilizado en cine y televisión para grabar con lo que se denomina técnicamente como ‘chroma key’, que consiste en colocar un fondo de color verde o azul que luego servirá para emplear otro fondo y que poder realizar efectos especiales, o en la industria armamentística, aplicándolo en los aviones para que no sean identificables por un radar. Socialmente también se ha acuñado el concepto de “invisibilidad social” para aquellas personas que pasan desapercibidas o se encuentran desplazadas del sistema. Así pues, hablaremos de varios tipos de invisibilidad, empezando por el que quizás ha despertado nuestra imaginación desde la infancia, la invisibilidad en la literatura.

La invisibilidad es una cualidad sobre la que se han escrito ríos de tinta y que ha sido llevada a la tele y al cine.

Invisibilidad en la literatura

Hay varios personajes literarios que poseen el poder de la invisibilidad o se vuelven invisibles por diferentes motivos. El autor británico H.G. Wells publicó en 1897 la obra ‘El hombre invisible’, quizás una de las más relevantes, que utiliza la invisibilidad como medio para plantear preguntas éticas y morales sobre el ser humano y la ciencia. En ella, el joven científico lllamado Griffin descubre la fórmula para volverse invisible, pero no puede volver a ser visible y termina perdiendo la cordura.

Ya en la antigüedad, Platón utilizó una fábula en ‘La República’. En la leyenda del anillo de Giges se habla sobre la injusticia, el poder, la moralidad y la ética, y en ella, Giges, un simple campesino, encuentra un anillo que le otorga el poder de volverse invisible. Sin embargo, si hablamos de anillos, pero sin que exista un trasfondo más profundo que el mero disfrute, una de las obras más conocidas hoy en día es la de ‘El hobbit’ de J.R.R. Tolkien, que ya nos introducía el concepto de anillo mágico que hacía invisible a su portador y que luego se extendería en ‘El señor de los anillos’. Por no hablar de la capa de Harry Potter que le ayuda en sus aventuras, en la obra de J.K. Rowling. Estos son solo algunos ejemplos, pero hay muchos más personajes literarios que tienen la capacidad de volverse invisibles o se vuelven invisibles por diferentes motivos en la literatura.

Harry Potter puede hacerse invisible gracias a su capa.

Invisibilidad tecnológica

En la ciencia, ha habido varios avances relacionados con la invisibilidad en las últimas décadas. Aunque aún no se ha logrado crear un dispositivo que haga que un objeto sea completamente invisible a la vista, se han desarrollado varias técnicas que permiten manipular la luz de manera que se puedan “ocultar” o “disfrazar” los elementos.

Una de las técnicas más conocidas es la de emplear metamateriales, que son materiales artificiales diseñados para tener propiedades ópticas especiales. Estos materiales tienen la capacidad de curvar y desviar la luz, lo que permite que los objetos se oculten detrás de ellos y parezcan invisibles desde ciertos ángulos. Los metamateriales han sido utilizados para crear capas invisibles que pueden ocultar objetos pequeños como monedas o incluso células biológicas. 

Así, en la industria de la aviación armamentística, aviones como el F-117 Nighthawk iniciaron la idea de tener aparatos que no fueran reconocibles por los radares. Este concepto de invisibilidad se abandonó cuando, a la par que evolucionaban los aviones, los métodos de detección también avanzaban en ese aspecto.

Otra técnica es la del camuflaje óptico, que utiliza una combinación de cámaras y proyectores para crear una ilusión óptica que hace que un objeto parezca invisible. El proceso comienza con los proyectores, que emiten luz hacia el objeto, mientras que las cámaras capturan la imagen detrás del objeto. Luego, el sistema procesa la imagen y proyecta una imagen modificada en el objeto que lo hace parecer invisible desde ciertos ángulos.

El chroma key es una técnica utilizada en cine y televisión para sustituir unos fondos por otros. Adobe

Desde el punto de vista tecnológico, pero aplicado a la producción cinematográfica, podemos hablar de los conocidos como ‘chromas’. Esta técnica, se ha perfeccionado digitalmente, se basa en la idea de sustituir el color del fondo por el fondo que se quiera, con lo que todo objeto que tenga ese color, desaparecerá de las capturas de imagen. Esta técnica, heredera de la técnica de Matte, que se creó en el muy lejano 1903, se estandarizó por la factoría de Walt Disney en los años 20, pero con la aplicación de la informática se ha popularizado enormemente, siendo ahora muy accesible. Así, en muchas producciones podemos ver a personas totalmente camufladas con monos de colores, que manipulan objetos siendo invisibles para el procesamiento de las imágenes y que ayudan a los desarrolladores de efectos digitales para crear la magia del cine.

Invisibilidad social

A finales del siglo XX, comenzó a utilizarse el término de “invisibilidad social”, el cual se refiere a la falta de reconocimiento o atención que se otorga a ciertos grupos o individuos dentro de una sociedad. Esto puede deberse a factores como la raza, la etnia, la orientación sexual, la discapacidad, la edad, la clase socioeconómica, entre otros. En general, la invisibilidad social se relaciona con la discriminación y la exclusión social.

Las personas que sufren de invisibilidad social pueden sentir que son ignoradas o marginadas por la sociedad en la que viven y sobre todo por los organismos públicos, que deben articular acciones o leyes que puedan dar cobertura a las personas que sienten esta invisibilidad. Este problema puede convertirse en una barrera para el acceso a oportunidades y recursos como la educación, el empleo y la atención médica, pilares de un Estado democrático y moderno.

Es importante abordar la invisibilidad social y trabajar para crear sociedades más inclusivas y justas. Esto implica reconocer y abordar las barreras estructurales que contribuyen a crear esta brecha. También es importante promover la diversidad y la inclusión en todas las áreas de la sociedad para asegurarse de que todas las personas sean valoradas y respetadas por igual, ya que estas personas pueden sentir que sus problemas y necesidades no son reconocidos. Un ejemplo de ello son aquellas zonas rurales que se sienten abandonadas, sin ayudas ni planes de estabilidad, que ven cómo los jóvenes emigran a núcleos de población más densos en los que buscar una vida mejor.

La invisibilidad social puede dificultar el acceso a la educación, la sanidad y otros recursos.