n todas las casas existen fotos antiguas mediante las cuales podemos recordar momentos, instantes o acontecimientos únicos que hemos vivido e incluso que sirven para explicar a los más pequeños de la casa cómo eran esos abuelos que igual no han conocido o cómo eran sus padres cuando tenían su misma edad. En este sentido, resulta muy curioso comprobar en las noticias, en catástrofes tan terribles como la que está sucediendo en La Palma con la erupción del volcán a comienzos de septiembre, que una de las cosas que más apenan a las personas son las pérdidas de recuerdos o de esas fotografías donde tenían inmortalizado a su padre, madre, hermano o cualquier otro familiar.

En definitiva la fotografía o el vídeo sirven para recordar determinados momentos buenos que hemos vivido en el pasado pero, ¿si dijéramos que existe otra manera de inmortalizarlo y además en formato tridimensional y que por tanto, se puede tocar y es realista? Pues esta técnica existe y se llama lifecasting. En resumidas cuentas es el proceso de crear un copia tridimensional de la forma humana, mediante el uso de técnicas de moldeo. Eso sí, tan solo se puede hacer con la persona viva y no a través de la fotografía. Decimos esto porque hay gente que puede entender que puede hacer esculturas de este tipo de sus antepasados y eso no es posible, al menos por el momento y utilizando este método.

Como decimos entre sus características principales está el alto nivel de realismo que se logra en su creación. Por ejemplo, no se utiliza bronce porque este material alisa todas las formas de la mano, pie, partes íntimas... con las que se esté trabajando. En cambio, a través del lifecasting se utiliza alginato que al mezclarlo con agua se logra una especie de masa densa, similar a la del yogur, con la que se obtienen las formas que se quieren.

Se puede hacer lifescating en cualquier parte del cuerpo, sin ningún tipo de excepción. De esta manera, hay artistas que prefieren inmortalizar extremidades como manos o pies, mientras que hay otros artistas que se han especializado por ejemplo en vaginas o culos, entre otras cosas. En cualquiera de las partes del cuerpo que se quieran inmortalizar se consigue capturar detalles tan pequeños como las huellas dactilares, pliegues, hoyuelos, venas, las líneas de la vida, la intensidad del movimiento y como no, la historia de cada persona que lo realiza.

No cabe duda que el lifescasting o la escultura del cuerpo en toda su amplitud es una modalidad que se ha repetido durante toda la historia. En la mayoría de ocasiones se hacían para engrandecer u homenajear a personas importantes de cada momento histórico y en la actualidad para obtener un recuerdo bonito de un momento único. Así, podremos recordar siempre cómo eran las manos o los pies de nuestro bebé o por ejemplo las manos de nuestros padres en un momento concreto. En este sentido, es muy habitual encontrar este tipo de obras en muchos museos alrededor del mundo pero no era tan normal verlo en el salón de nuestra casa. Hasta ahora. Pero, ¿qué proceso se sigue en líneas generales para cada escultura?

Tendremos en cuenta de que hablaremos en líneas generales y no nos centraremos en la recreación de un pie, la tripa de una embarazada o las manos de una familia, hablaremos a grosso de modo de lo que hay que hacer en cada proyecto. Lo primero que habrá que hacer es preparar al modelo o los modelos. Pueden ser personas, personas con animales o animales únicamente. Se le aplicará un tipo de vaselina en la zona que se va a inmortalizar y en caso de que sea en la cabeza se puede usar un gorro de baño para que exista el menor contacto posible con el cabello.

A continuación se decidirá una posición en la que el modelo deseará ser inmortalizado y tendrá que mantener la postura hasta el final del proceso. Seguido será aplicar la mezcla o introducir la parte del cuerpo que se quiera en un recipiente preparado para ello y tocará esperar a que se solidifique. Una vez el experto crea que ya está terminado el modelo tendrá que retirar su extremidad con cuidado de no romper el molde.

A partir de este punto los artistas tendrán que unir las piezas, en caso de que haya varias, y crear el prototipo inicial mediante el uso de un material de fundición. Finalmente, se realiza el molde del molde y no se entrega hasta lograr captar el máximo realismo posible y en el color que el cliente o clientes hayan decidido.

Por último, hablaremos del lifecasting como arte escultórico, aunque hay personas que lo catalogan como una técnica y un trabajo de los artesanos. Algunos críticos afirmaban que el lifecasting carecía del talento o la creatividad que requerían las disciplinas escultóricas más convencionales. Esta crítica se hizo eco de lo que se escuchó en los círculos artísticos a finales del siglo XIX y principios del XX en relación con la fotografía. Se decía además, que el arte acababa en el momento en que se elige el color para dar vida a la escultura, aunque todo el proceso de creación previo es una elección artística. Entre los artistas más famosos que han realizado lifecasting encontramos al escultor contemporáneo norteamericano Duane Hanson, que falleció a los 70 años en 1996, y que reprodujo todo el cuerpo humano, incluido el cabello y el tono de la piel.

“Era una sensación muy dura salir a la calle y no poder tocarnos. Ahí nació esa necesidad de la que habla Antonio. Sentía que teníamos que hacer algo”

“Cuando se decretó el confinamiento, a Arantxa le nació

la necesidad de utilizar esta técnica para acercarse a

su madre, sus hermanos y sus seres queridos”