2 Paletillas de lechazo.

Aceite de oliva virgen.

3 dientes de ajo.

Sal.

Pimienta negra molida.

Orégano seco.

2 hojas de laurel.

3 patatas medianas.

Empezaremos con el aliño. Para ello pelaremos unos ajos y los añadiremos al mortero junto al aceite, la sal, le orégano, la pimienta y lo machacamos bien. Cuando el ajo esté bien triturado añadiremos dos hojas de laurel. Si lo hacemos de manera tradicional tendríamos que hacer esta mezcla el día anterior a la elaboración del lechazo, aunque sino lo hacemos no pasará nada.

Calentamos el horno a 210º y al mismo tiempo embadurnaremos bien de aceite la bandeja del horno. Nuevamente, si lo hacemos de manera tradicional tendríamos que hacerlo en una fuente de barro. Pondremos el lechazo encima y lo embadurnaremos bien de la mezcla que hemos hecho al principio -se conoce a esta mezcla como adobo-. De manera opcional pondremos las hojas de laurel encima del lechazo o no. Tras esto meteremos el lechazo al horno durante 25 minutos a 210º. Mientras tanto pelaremos las patatas y haremos lámina de más o menos un centímetro y las salpimentaremos.

Una vez hayan pasado los 25 minutos retiraremos el lechazo, pondremos las patatas que hemos pelado y cortado en la fuente y pondremos el lechazo encima de las patatas por el lado contrario al que lo hemos sacado. Tras esto volveremos a meter la bandeja al horno pero esta vez será a 190º y durante 20 minutos. Cuando queden cinco minutos para que se cumplan los 20 iremos comprobando cómo va el asado, ya que dependiendo el horno puede que haya que sacarlo antes. Pasado el tiempo solo nos quedará emplatar y comer. ¡Qué aproveche!