o hay niñez sin gominolas. Ni un cumple entre amigos sin haber intercambiado las famosas bolsas llenas de color y dulzura. Los más pequeños las devoran, pero también los más mayores, quienes viajan en el tiempo recordando unas de las etapas más preciadas gracias a su inolvidable sabor. Las chuches, al igual que otros aperitivos, marcan las diferentes etapas de nuestra vida. Unas se van, como sucede con las modas, sin embargo, otras permanecen como es el caso de estas gomas de diferentes tamaños, texturas y formas, que continúan vigentes aún sin ánimo de extinguirse en un largo periodo de tiempo. Podríamos estar hablando incluso de siglos.

¿Cómo comenzó todo?

Son famosas en todo el mundo, pero muy pocos conocen su historia. Ni tan siquiera cómo se elaboran ni qué ingredientes se utilizan para su utilización. Lo cierto es que hay algunos mitos que hablan de que las gominolas no son beneficiosas para nuestra salud, en exceso claro, pero si tan malo fuese no llevaría más de 5.000 años en el mercado. Y es que el origen oficial de las chucherías se remonta a la era egipcia cuando estos los usaban como pequeño obsequio en ceremonias para adorar a los dioses. Principalmente se utilizaban piezas de frutas y después de endulzaban con miel. Así surgieron, por ejemplo, los primeros caramelos.

Décadas más tarde, y con una sociedad mucho más avanzada, surgieron las gomas de colores que conocemos hoy en día y que encontramos en cualquier tienda de dulces. Los ositos de colores fueron los primeros que saltaron al mercado y causaron furor entre los menores de 1920. Y es que fue en ese año con Hans Riegel Bonn creó la famosa compañía HARIBO (HAns RIegel BOnn - marca creada con las dos primeras letras de su nombre y apellidos), que aún perdura en nuestros días. Fue en el patio de su casa donde creó este famoso descubrimiento con un saco de azúcar, una losa de mármol, una estufa y una olla de cobre. Poco a poco la empresa fue creciendo y en tan solo cinco años los ositos se empezaron a comercializar por toda Alemania hasta expandirse a Europa. En 1945, coincidiendo con la 2º Guerra Mundial, Hans falleció y sus hijos tomaron las riendas de la sociedad y la llevaron a lo más alto, tanto es así que en la actualidad es la compañía más reconocida y mejor posicionada en este sector.

Ahora no solo hay ositos. Gusanos, arañas, fresas... las estanterías de las tiendas de golosinas están repletas de gomas de diferentes tamaños, con azúcar y sin azúcar, e incluso veganas. Con el paso del tiempo estos dulces también se han ido adaptando a las necesidades y gustos de los consumidores. No se quedan atrás. Pero...

¿De qué están hechas?

De neumáticos, con residuos tóxicos... Hay múltiples teorías sobre los ingredientes con los que se elaboran estos productos tan exitosos. Lo cierto es que los principales ingredientes son: jarabe de glucosa o fructosa, azúcar y gelatina. Pero, el principal componente de la gelatina es la grenetina, que resulta ser una sustancia incolora y sin sabor derivada del colágeno y que se obtiene mediante la ebullición prolongada en agua de piel, ligamentos, tendones y huesos de vacas o cerdos. De esta forma, estas gomas pueden ser masticables.

Durante los primeros años, cuando surgieron las primeras gomas, se utilizaba vino fermentado mezclado con un producto espesante que permitía que las piezas fuesen viscosas y elásticas. Sin embargo, en la actualidad ya no se utiliza el vino, si no gelatinas animales, aunque estas también han sido sustituidas en el caso de las gominolas veganas.

Dirigido para todos aquellos amantes de estos caramelos tan dulces, os descubrimos cuatro curiosidades que seguro no conocíais:

El nombre de chupachups Lollypop hace honor a un popular caballo de carreras del siglo XX por el que el creador de este famoso caramelo, George Smith, sentía verdadera admiración.

El término caramelo proviene del término del latín ''Canna Melis'', que significa caña de miel.

Los primeros en producir caramelos, a nivel industrial, fueron los estadounidenses y fue en 1850, aunque no fue hasta 1930 cuando empezaron a producirse en España.

Los mayas masticaban savia de un árbol, llamado Chiclero, y de ahí proviene su origen y el nombre del chicle, que hoy en día también es uno de los productos más famosos en las tiendas de gominolas.

'Marrubi Goxokiak', el paraíso de las 'chuches'

asar de colocar pladur a trabajar rodeado de gominolas parecen la noche y el día. Y así lo es. Con este giro radical, Jesús Castro Domínguez abrió en 2011 una tienda de gominolas bajo el nombre de 'Marrubi Goxokiak' en pleno centro de Irún, en el número 14 de la calle Luis Mariano. Un comercio muy popular que ha cumplido una década y que ahora está en manos de su hermano pequeño, Mikel Castro. "Es un orgullo haber celebrado el décimo aniversario el año pasado", destacan.

"Estamos especializados en gominolas. Tenemos gominolas sin gluten, caramelos con y sin azúcar, snacks, bebidas frías, bolsas de cumples, cromos... ", detallan los hermanos Castro Domínguez. Lo cierto es que es tal su variedad que tienen más de 250 tipos de gominolas y bebidas y al menos 50 referencias de frutos secos. "Tenemos la tienda de gominolas con más variedad de Gipuzkoa", aseguran, y tratan de estar siempre a la vanguardia de todo lo que se fabrica en el sector del dulce. "A la gente le gusta entrar porque sabe que va a encontrar lo que le gusta, así que viene mucha gente desde Navarra, Lesaka, Bera, Hendaya y Hondarribia.

La idea de abrir un comercio de este tipo se le ocurrió a Jesús porque "no había una tienda así en Irún. Solamente había un kiosco pequeño y alguna tienda en las afueras, así que vi la oportunidad de levantar la persiana en un local del centro de la localidad", rememora. "Es que incluso nosotros mismos la echábamos en falta", añade Mikel, quien reconoce comer ahora más gominolas aún que antes. "Eso de que te cansas si trabajas en ello, no es verdad", dice con una sonrisa.

Y aunque a la hora de decantarse por una es difícil elegir, su 'chuche' favorita es el pulpo. "Hay quien le llama araña, pero es un pulpo. Es una gominola hecha para experimentar varios sabores en el paladar, tiene pica pica y en esta mezcolanza está su principal aliciente", explica.

La pasión de Mikel a su trabajo es tal que es feliz en su día a día y no duda de vestirse de la gominola que da nombre a la tienda, la fresa, siempre que lo pide la ocasión. 'Tengo un colorido disfraz rojo que me pongo con gafas de sol y medias negras", indica. "¡Es como su segunda piel!", exclama su ama, Pilar Domínguez.

Pero más allá de vender un paquete de patatas fritas o unos chicles, Mikel intenta hacer una labor pedagógica y de acompañamiento a la juventud. "Hemos intentado siempre dar consejos a los chavales, escucharlos, ayudarles a organizar las fiestas de Halloween o de Navidad para que se lo pasen bien con sus amigos. Marrubi no es solo una tienda de chuches. Va más allá e intentamos hacer una labor social", advierte Mikel. Así lo asegura también su ama Pilar. "Creo que la tienda se ha convertido en un centro cívico social", precisa. l

"Están a la última y reciben todas las variedades nuevas que surgen en estos productos"

"Tienen la tienda de gominolas con más variedad de toda Gipuzkoa"

"Es un orgullo haber celebrado el 10º aniversario de nuestra tienda, Marrubi Goxokiak"

"Abro muchas bolsas de gominolas con la excusa de reponer en la tienda. Antes me gustaban, pero ahora más"