Las expectativas son muy importantes a la hora de evaluar el resultado de cualquier hecho. Si la meta es muy alta, el riesgo es que, aunque la cosa haya salido medianamente bien, se tenga sensación de fracaso. Y a la inversa, si no esperas nada de nada, bastan un par de migajas para que la percepción sea positiva.

Es esto lo que ocurrió con el encuentro que, después de mil y un aplazamientos y dos mil dos cruces de cargas de profundidad, mantuvieron en el Congreso el presidente español, Pedro Sánchez, y el el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. Como dábamos por hecho el fiasco, cuando, a la salida, nos anunciaron dos posibles acuerdos, nos pareció un triunfo.

Lo de cambiar el artículo 49 de la Constitución para eliminar el ofensivo término disminuidos es lo menos que se puede pedir. Pero lo de ponerse como plazo junio de 2024 para acabar con el bloqueo del CGPJ tiene su enjundia. Mucho más, si le añadimos el detalle de que se solicitará mediación a la UE. O sea, que, igual que Puigdemont y Junqueras, Feijóo tiene su mediador.

La mala educación de los concejales de UPN

Otro de los aspectos destacables de la reunión es que, por lo menos delante de las cámaras, han prevalecido los buenos modos y los gestos hasta cordiales. Es todo un avance viniendo de haber estado a cinco minutos de mentarse las madres. Lo cortés no quita lo valiente.

Eso podría servir como aprendizaje para los concejales de UPN en Iruñea, que han retirado el saludo a los miembros de los tres grupos que han firmado la moción de censura contra la alcaldesa regionalista Cristina Ibarrola. Tal cual lo desvela el portavoz de Geroa Bai Koldo Martínez en la entrevista que publica hoy mismo Diario de Noticias de Navarra.

Se entiende el disgusto que acarrea perder el poder que apenas se ha podido disfrutar durante seis meses. Más, en las circunstancias que han concurrido. Pero la política, como la vida, va más allá de este o aquel episodio.

Por el bien de los propios enfurruñados, esperemos, como dice Martínez, que se les pase pronto el berrinche. No es de recibo una actuación así entre personas adultas, y menos, si representan a la ciudadanía.