Síguenos en redes sociales:

Maitane Melero: "No tengo tiempo, necesito que los días sean de 28 horas por lo menos"

Entre el trabajo, los entrenamientos y la competición, a Maitane Melero, atleta del Ardoi, no le da tiempo para nada más. Cuando tiene libre, aprovecha para descansar y desconectar. Además, es una de las mejores fondistas navarras, pero confiesa que no la reconocen por la calle

Maitane Melero: "No tengo tiempo, necesito que los días sean de 28 horas por lo menos"Iban Aguinaga

pamplona. Maitane Melero tiene una vida frenética. Seis días a la semana entrena y a la vez trabaja en Acciona. Cuando llega a casa y tiene tiempo libre lo dedica a Kira, un Golden Retriever de tan solo diez meses. Por eso, a la vez que queda con DIARIO DE NOTICIAS aprovecha para sacar a Kira por la Vuelta del Castillo. Una zona que Melero conoce al dedillo, ya que la mayoría de entrenamientos los realiza en el mítico parque pamplones.

Este sitio le resultará familiar, ¿no?

Sí. Aquí me he caído más veces... Si pusiesen una x en cada sitio que me he caído en la Vuelta del Castillo estaría toda marcada. Un día haciendo series me caí con tan mala suerte que me di con el adoquín (enseña la cicatriz de la barbilla). Y de repente una mujer muy preocupada se acercó y me dijo: "¡Espera, espera que soy médico!". Empecé a sangrar, fui a la fuente, la fuente no tenía agua porque era invierno y la cortan... Me dejó el móvil para llamar a casa porque necesitaba puntos. Y cuando le dije a mi padre que me había caído, me dijo: "¿Otra vez?".

Entonces, ¿el atletismo es un deporte de riesgo?

Sí, o que yo soy muy patosa (risas). Las dos cosas.

¿Se considera torpe?

Buf, mucho. Para correr sobre todo. Me tropiezo mucho por la forma de correr que tengo. No sé qué hago, pero soy muy patosa. Por eso, el cross es una prueba que me cuesta. Prefiero la pista, que sea todo llano, que no haya nada de por medio. Pero tenemos que entrenar aquí para preparar el cross. En Zizur no tenemos instalaciones y es una pena porque yo sé que el Ardoi está luchando por ello.

Entrena y a la vez trabaja... ¿cómo lo compagina?

Hay que hacer encaje de bolillos. Es cuestión sobre todo de organizarse. Pero a veces ni con esas. El 29 de diciembre, por ejemplo, pusieron una competición porque la gente tiene vacaciones al ser Navidad, pero yo me tengo que pedir fiesta.

¿Sacrifica sus vacaciones?

Eso es. Tengo que cogerme algún día para poder competir. Y a veces piensas que qué estás haciendo. Este año, por ejemplo, empecé la temporada con una crisis atlética porque pensé: "¿Hasta cuándo quiero seguir con este ritmo de vida?". Sobre todo el tema de cómo enfocar la competición. Ahora estoy entrenando bien y creo que ha sido un poco por el relax de tomarme las cosas de otra forma. A veces, cuando te relajas más, las cosas te van mejor.

¿Y le da tiempo para todo?

Al final hay que sacrificar cosas. Pero intento hacer un poco de todo. Lo que tengo claro es que el atletismo no puede ser el 100 % de mi vida, porque yo no vivo de esto. Entonces, voy hacer todo lo posible para rendir, entrenar, disfrutar... Pero me lo voy a tomar como lo que es, una afición, pero que me gusta mucho. Hay que mantener un equilibrio entre tus amigos, la vida social, el trabajo, la familia, un poco todo...

¿Ha cambiado su mentalidad?

Sí, creo que me estoy haciendo mayor (risas). Hace cuatro años anduve muy bien, fue quizá mi mejor temporada, y en ese momento me obsesioné un poco con las marcas y tuve la mala suerte de lesionarme dos temporadas seguidas. Entonces vi las cosas diferentes. La lesión me afectó mucho psicológicamente, me distancié mucho de todo, se me cambió el carácter. Y entonces dije: "Esto no puede ser, tengo que tomarme las cosas de otra forma".

¿Las lesiones fueron un punto de inflexión?

Sí. Me han hecho aprender mucho. Con lo que más he aprendido del atletismo ha sido con las cosas negativas. Cuando entreno mucho y no me salen, me disgusto mucho. Y no puedes desgastarte tanto porque no hayan salido. Así se aprende al final.

También ha sido entrenadora, ¿le gusta estar con niños?

Estar con los críos como monitora es una gozada. Lo recuerdo como una buena experiencia y me gustaba mucho. Poder enseñarles o inculcarles un poco lo que es este deporte desde crío, es una gozada. Pero hay que tener mucha mano con no forzarlos, que disfruten, que jueguen... Me da pena no haber podido seguir, pero lo tuve que dejar por falta de tiempo. El año pasado intenté volver otra vez, pero no tengo tiempo, necesito que los días sean de 28 horas por lo menos.

¿Los niños ayudan a recuperar la ilusión por el atletismo?

Mucho, tienen una visión de este deporte que muchas veces tú la pierdes. Tienen una ilusión por correr que a veces se me olvida. Al estar con los críos te das cuenta de que disfrutan realmente corriendo o jugando. Te enseñan mucho.

Dicen que se lleva bien con sus rivales.

Sí. Es que es muy triste llevarte mal. Es cierto que en las competiciones no hay amigas, hay rivalidad, pero fuera de ellas, ¿llevarse mal?, ¿para qué? No, no lo entiendo. No vivimos de esto y hay que disfrutar, no te tienes que llevar mal, aunque puede haber piques. No me llevo con todas igual, pero intento llevarme bien.

Este deporte también sirve para conocer gente.

Mucha. Lo mejor del atletismo, sin duda, la gente. He conocido gente muy maja, como mis compañeros de equipo que si no fuese por ellos yo no estaría aquí todos los días entrenando. Entrenamos seis días a la semana y se hace duro.

Mucha gente piensa que correr es aburrido, ¿qué le aporta a usted?

Para mí es una droga. No lo sé. Eso me lo pregunta mucha gente, pero no sé. Lo necesito. Para mí es una liberación. Un día que estoy agobiada, ponerme las zapatillas y dar una vuelta corriendo me permite desconectar. No pienso en nada. Mucha gente me dice: "¿No corres con música?". Pero no, necesito desconectar de todo. Es una vía de escape desde cría, llevo desde los 12 años corriendo y lo necesito.

¿Y le gusta practicar otros deportes?

Cero. Cuando estoy lesionada me dicen que vaya a nadar o andar en bici, pero no... Yo lo que quiero es correr. Y andar tampoco, soy súper vaga para andar. Mis amigos alucinan alguna vez que hemos ido porque me estoy quejando todo el camino. Andar por andar, eso es tontería. Y me dicen: "Sí, hombre, mucho mejor correr". Lo de andar lo llevo muy mal. Y correr, en cambio, es como una adicción.

¿Alguna vez ha usado su habilidad de correr para escaparse de algo?

No sé, seguro que alguna... Para pillar el autobús y poco más. O para escapar de alguna niña en el colegio... Me acuerdo que había una niña, la grande del colegio, que me estaba persiguiendo y eché a correr, ella tenía todas las de perder (risas).

El trabajo, los entrenamientos... ¿tiene tiempo para ver la televisión?

Buah, ahora mismo poco, por no decir nada. Desde que tengo a ésta (Kira) no hay forma. A las noches es llegar a casa después de entrenar, cenar y sacar a la perra. A las mañanas, cuando desayuno, igual me da tiempo a ver la tele, pero poco más.

Y, cuando puede, ¿qué suele ver?

Me gustaba mucho el Conquistador del Fin del Mundo. Estaba enganchada.

¿Alguna edición en especial?

Alguna en la que esté Korta. Ese programa sí que me enganchó y ahora tengo ganas de que vuelvan a ponerlo. Pero del resto... De lo que hay ahora en la tele no sabría qué decir ahora mismo.

¿Qué piensa de los programas del corazón?

Son una basura, no entiendo cómo pueden seguir ahí. Que desaparezcan, ni ponerlo. Es que no sé cómo pueden seguir poniendo esos programas.

¿Qué hace cuando tiene el día libre?

Si puedo dormir, pegarme buena camada. Y si no tengo carrera y puedo salir de Pamplona, aprovecho y me voy a cualquier lado, desconectar. También aprovecho el fin de semana para estar con la cuadrilla. Hacer un poco de vida social.

¿Se considera una persona conocida? ¿Va por la calle y le reconocen?

A mí no, para nada. Es muy curioso porque me suelen decir en casa que fulanita le dice que me conoce, pero luego a mí nadie me dice nada. Le dicen más a la gente que me rodea, que a mí. Yo no lo noto. Bueno también soy súper empanada, muy despistada.

Dice que es despistada, ¿necesita una agenda?

Ahora mismo estaba hablando con un amigo y le he dicho que me tengo que comprar una agenda porque tengo tantas cosas en la cabeza de horarios y así que no me da. Pero de momento sigo con la cabeza, aunque creo que ya por poco tiempo (risas) porque ando bastante saturada. El día a día es, al final, un poco estresante, es como que voy a contrarreloj. Por eso tenía ganas de la Navidad para poder desconectar un poco.

Uno de sus hobbies es escuchar música, ¿qué estilo le gusta?

De todo. Me gustan muchos estilos, me encanta Berri Txarrak y Ken Zazpi, son de mis grupos preferidos. También Marea, Extremoduro, Red Hot Chili Peppers, Manu Chao... La verdad es que estilos muy variados. Y también me gusta mucho conocer música nueva. Por ejemplo, el otro día descubrí Unkle.

¿Y qué tal?

Bien, más instrumental y así. Diferente. Me gusta descubrir nuevos grupos.

¿Para salir de fiesta qué prefiere, Calderería o San Nicolás?

Prefiero antes Caldera o Navarrería que San Nicolás. Por lo menos, de momento. Además, mi cuadrilla suele ir más por esa zona. Y en cuanto puedo socializarme, suelo dar una vueltica por ahí.

¿Suele comprar CDs?

De todo. Si son grupos que me gustan mucho los compro. Por ejemplo de Manu Chao tengo los originales. Y otros reconozco que también me descargo.

¿Acude a conciertos?

Sí. Si puedo voy. El último que estuve fue hace poco, el último de la gira de Berri Txarrak en la Totem. Y me quedé con la pena de no ir al de Bongo Botrako que fue hace poco, pero era un jueves y al día siguiente tenía que ir a trabajar. Pero siempre que puedo intento ir a conciertos, hacer alguna escapadita.

Respecto a Kira

Sí. La única. Tiene diez meses y estoy contentísima. De las mejores cosas que he podido hacer. Aunque al principio fue duro porque te cambia los hábitos, es una responsabilidad más. Y bastantes cosas tenía para hacer a lo largo del día como para encima tener una perra, pero me compensa. Estoy encantada con Kira, es más la recompensa que el esfuerzo que supone.

¿Y qué tal se porta Kira

Bien, en casa muy bien. Lo malo cuando la saco fuera de casa que es la revolución, puro nervio, como la dueña. A veces es ella la que me pasea a mí (risas).

Se habla de una conexión entre perro y dueño, ¿la ha sentido?

De momento es muy pequeñica, pero sí. Me ha pasado de pegarme golpes en casa y la otra acercarse poco a poco para curarme.

¿Ve El Encantador de Perros

No. No es un programa que tampoco... En verdad no he leído nada de libros sobre perros, ni he visto programas. Estoy educándola como puedo. Muchas veces ya me dicen que cómo puedo hacer algunas cosas, pero la veo sana, la veo bien, no le falta nada, así que ya está. Pero es que es un perro, no es un hijo. Hay que ser consciente de lo que es e intento hacerlo todo lo mejor que puedo. Mi madre es la que me suele decir lo que tengo que hacer porque ha mirado en Internet, ahora mismo es una enciclopedia con los Golden.

¿Y cómo tomó la decisión de acoger a Kira

Por diferentes circunstancias la perra llegó a mí. Era la última de la camada de un amigo, no sabían qué hacer con ella y al final llegó a mi casa.

¿Le gustaban de siempre los animales?

Sí. Por eso yo creo que también me decanté por la Ingeniería Técnica Agrónoma. Me gusta mucho la naturaleza, el campo, la montaña...

¿Tiene manías?

Antes más. Si me salía bien una carrera intentaba repetir la camiseta, la pantaloneta... Pero a día de hoy, ¿para qué? Al final una manía es psicológico, es una forma de darte confianza a ti mismo repitiendo una serie de rituales. Y la confianza está en haber entrenado bien, en tener la visión de carrera.

¿Ahora en Navidad qué hace?

Dormir. Descansar. Estar con la familia...

¿Le gusta esta fiesta?

No. Cada vez menos. Me gusta poder estar con la familia, ver a gente que hace mucho que no ves... Pero hay otras cosas de la Navidad, como el consumismo, que no comparto.

Entonces ni Olentzero ni Reyes...

Ya no hago nada. Debería regalar alguna cosica, pero soy bastante desastre. Como me gusta tan poco... Y aparte no necesito que me regalen nada, si me regalan bienvenido sea, pero no tengo la necesidad de que como es el Olentzero que me regalen algo. Prefiero que haya detalles fuera de fecha que en ocasiones tan marcadas.

¿Y estas Navidades va hacer algo en especial?

Me voy a cambiar de casa, me voy a Buztintxuri y tengo un montón de cosas por hacer. Para eso voy aprovechar, para hacer la mudanza.