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Larry Bird, deportista del 86

Una encuesta de 'associated press' le encumbró por su tercer anillo en la nba

Larry Bird, deportista del 86ARCHIVO

Pamplona Dicen de él que se retiró del baloncesto el día que descubrió que era blanco, pero es mentira porque bueno era él para sentirse inferior a nadie, ni siquiera a una raza indudablemente mejor dotada para el baloncesto que la blanca. Larry Bird, el indiscutible mejor jugador blanco de la historia, conseguía en enero de 1987 el galardón de mejor deportista del año 1986 según la encuesta realizada por la agencia Associated Press entre los principales medios de comunicación de todo el mundo.

El alero de los Boston Celtics venía de ganar su tercer anillo, de ser nombrado, por tercer año consecutivo, MVP de la fase regular de la NBA y había conseguido además su segundo MVP de las finales de la NBA, por lo que era un candidato idóneo al triunfo en la votación.

En los seis últimos años, había jugado cuatro finales y ganado tres, y llevaba ya siete de las nueve veces consecutivas en la que sería elegido para el quinteto ideal de la NBA. Todo ello le daba méritos de sobra para estar por encima incluso de Roger Clemens, una de las grandes figuras del béisbol deporte rey en Estados Unidos, y del mismísimo Mike Tyson, que en 1986 se había convertido, a la edad de 20 años y cuatro meses, en el campeón mundial de pesos pesados más joven de la historia.

Por desgracia, a la votación de Associated Press se le veía un poco el plumero: el triste octavo puesto de Diego Armando Maradona el año del triunfo de Argentina en el Mundial de México. Es decir, la prueba de que la votación pecaba de premiar en exceso a los deportes y a los deportistas estadounidenses. Pero eso no puede restarle méritos a Larry Bird, el tipo que revitalizó la NBA merced a sus duelos contra los Lakers. Ese tipo del que alguien dijo: "Es blanco, lento, torpe y apenas salta. Pero llegará lejos". Y tanto.