El GH Ecay de Superliga 2 de voleibol tiene una entrenadora que es la excepción en la veintena de equipos de elite del deporte navarro. ¿Hasta qué categorías hay que descender en los principales deportes para encontrar mujeres entrenadoras? ¿Qué estamos haciendo mal nosotros y ellas? Y no vale achacarlo a que "las mujeres no valen para eso", típico argumento machista inmovilista, ni a que "los clubes y las clubas son machistos y machistas", típico argumento feminista facilón. La reflexión tendrá que ir más allá de los típicos tópicos, y ya va tardando, que se supone que el medioevo -Vaticano y Meca al margen- hace mucho que acabó.