10.000
l Deportistas. Se calcula que unos 10.000 deportistas de la RDA fueron dopados, muchos de ellos sin saberlo, pensando que les daban complementos vitamínicos.
157
l Tragedias. Un esteroide anabolizante llamado Oral-Turinabol (y más conocido por judías azules) causó enfermedades graves y secuelas permanentes a 157 deportistas, a los que el Comité Olímpico de Alemania indemnizó en 2007.
En una secuencia inolvidable de esa gamberrada llamada Top secret!, el equipo femenino de la República Democrática Alemana (RDA) interpreta un delirante himno nacional. Ponemos femenino en cursiva porque en la imagen se ve a un montón de hombres culturistas con pelucas. La película es de 1984, lo cual demuestra que para entonces ya era evidente que en la RDA se practicaba el dopaje de Estado a lo grande y sin escrúpulos.
Con semejantes ayudas, el deporte femenino de la RDA brilló en las especialidades donde el dopaje es más efectivo, caso de la natación y del atletismo. Y entre sus muchos exponentes, destacó el de Marita Koch, que en 1985, en la Copa del Mundo de Canberra, cubrió los 400 metros en una estratosférica marca de 47.60 segundos. Su récord mundial sigue en vigor y es el segundo más antiguo del atletismo, solo superado por el que logró en 1983 la checa Jarmila Kratochvilova, que por su físico hipermusculado y tan sospechoso como el de las atletas de la RDA no habría desentonado cantando con los culturistas en Top Secret!.
Un dato llamativo: pocas horas después de que Koch pulverizara el récord de los 400 metros, el 4x100 femenino de la RDA establecía una plusmarca mundial también aún en vigor: 41.37.
Hace 25 años, en la primera semana de febrero de 1987, Marita Koch anunciaba su retirada. Estaba a punto de cumplir los 30 años y sus tendones de Aquiles le estaban causando problemas irresolubles.
Atrás dejaba una carrera deportiva plagada de éxitos en 60, 100, 200 y 400 metros (ésta última era su gran especialidad). En concreto, obtuvo 14 récords del mundo (10 de ellos individuales) y 17 grandes títulos (1 en Juegos, 3 en Mundiales, 7 en Copas del Mundo y 6 en Europeos). Y habrían sido más a no ser por el boicot de los países comunistas a los Juegos de Los Ángeles'84 (como revancha por el boicot de Estados Unidos y otros países occidentales a los de Moscú'80.
Si se escribe en Google "Marita Koch" lo primero que añade el buscador es la palabra "dopaje", señal de hasta qué punto está en entredicho la trayectoria deportiva de la alemana del Este.
Ella siempre lo negó, pero por confesiones de otras atletas, de entrenadores y hasta de políticos de la época se ha podido determinar el alcance del dopaje de Estado en la RDA.
Sin embargo, la Federación Internacional no ha aceptado todas estas evidencias y el récord de Koch y otra media docena más aún figuran en la lista oficial, inalcanzables sin hacer trampas.
Tras abandonar, Marita Koch se casó con su entrenador, Wolfgang Meier, y en 1989 tuvieron una hija. Los tres viven en Rostock (a solo 60 kilómetros de Wismar, localidad natal de Koch), y regentan una tienda de artículos deportivos.