bilbao. Siete días después de que el pebetero olímpico se encendiese, dando así inicio a los Juegos Olímpicos de Londres 2012, la actividad deportiva llegó al estadio olímpico de Stratford. "Por fin", pensarían muchos, ansiosos por ver el que es, sin lugar a dudas, el acontecimiento por excelencia de los Juegos. La más esperada. No se entendería la existencia de los mismos sin las carreras, los saltos o los lanzamientos. Distintas modalidades para el deleite de todos los seguidores de una competición que se prolongará hasta el próximo día 12, fecha en la que el maratón masculino pondrá punto y final a la competición olímpica en el estadio de Stratford. A última hora de la noche, con el estadio en total ebullición, Tomasz Majewski en peso masculino y Tirunesh Dibaba en los 10.000 femeninos se convirtieron en los primeros triunfadores del atletismo en la cita olímpica londinense.

La expectación fue total desde primera hora de la mañana. Quizá empujados por la presencia de Jessica Ennis, una de las figuras estelares del atletismo británico en su intento por lograr la medalla de oro en el heptatlon, el estadio olímpico de Stratford congregó a 80.000 seguidores que corearon la cuenta atrás hasta el inicio de la competición, con la calificación masculina de lanzamiento de peso, en la que Majewski comenzó a cimentar su triunfo.

El gigante silencioso, una bestia de 2,04 metros y 132 kilos, revalidó su corona olímpica de peso con un lanzamiento de 21,89 metros que le otorgó un estrecho margen de tres centímetros sobre el campeón del mundo, el alemán David Storl. Fue el primer oro de la noche en el estadio olímpico, el segundo de Polonia en los Juegos. Suya fue la segunda gran ovación de la jornada, la primera, varias horas antes y como era de esperar, fue la de la ídolo local, la británica Jessica Ennis.

La contienda presentaba un teórico duelo entre el defensor del título, Majewski, de 31 años, y el campeón mundial, David Storl, once años más joven, junto a un trío estadounidense sediento de victorias después de quedar fuera del podio el año pasado en los Mundiales de Daegu. Storl confirmó que sabe estar a punto en los grandes momentos. Sus cuatro mejores lanzamientos los ha conseguido en grandes campeonatos. Ayer, en la primera ronda, tomó la delantera con 21,84 y mejoró dos centímetros en la segunda. Pero Majewski, que había empezado con 21,19, alcanzó los 21,72 y se puso al frente en la tercera ronda (21,87), superando por un centímetro a Storl, que cometió tres nulos seguidos al forzar la técnica en busca de un lanzamiento ganador. La medalla de bronce fue un consuelo para Hoffa, campeón de Estados Unidos, que lanzó 21,23 metros en su tercer intento.

dibaba, imparable La etíope Tirunesh Dibaba también revalido su título olímpico en los 10.000 metros tras un feroz cambio de ritmo a falta de 500 metros para el final. Después de un año entre lesiones, la fondista etíope se mostró muy superior a sus rivales, las kenianas Sally Kipyego y Vivian Cheruiyot, con quienes vivió una intensa carrera en el estadio olímpico de Stratford.

Un súbito cambio de ritmo a 500 metros de la meta sentenció una contienda que se esperaba más cerrada. Dibaba venció con 30:20.75, dejando que Kipyego y Cheruiyot dirimieran el litigio por las medallas menores en el gran clásico de fondo en categoría femenina.