El Manaslu impone respeto
una avalancha hace desistir a dos alpinistas de aoiz y uno de noáin Eugi, Jiménez y Telletxea habían instalado el campo I, pero el domingo optaron por no correr riesgos innecesarios
pamplona. Los tres integrantes de una expedición navarra al Manaslu (8.163 metros) decidieron el pasado domingo abandonar su aventura poco después de instalar el campo I (5.800 metros). El grupo formado por los vecinos de Aoiz Iñaki Eugi y Rubén Jiménez, y el montañero de Noáin José Ramón Telletxea, Pelos, tomó esta determinación tras observar "una terrible avalancha al lado de la ruta al campo II", según el relato recogido en la web tutoberri.info. "Vimos en fotos lo que era ese laberinto de seracs amenazantes y no tuvimos ninguna duda; aunque la gente pasaba y subía, nosotros decidimos que no merece la pena, que hay muchas más montañas y que aunque no pase nada no podemos arriesgar porque además son seis veces las que hay que pasar (...) por unos sitios donde tú ya no controlas los peligros, sabiendo que un simple trozo de seracs, que no sabes cuándo va a caer pero caerá, si no te estás jugando subir los catorce (ochomiles) no merece la pena", relatan los montañeros, que reconocen también su decepción, en el diario de la expedición publicado en el citado portal.
El grupo había llegado a Katmandú el pasado 6 de septiembre. El día 18, Eugi, Jiménez y Telletxea alcanzaron el campo base después de una caminata de siete horas desde Sama-Gaon. El día 20 realizaron el primer porteo al campo I en el que invirtieron seis horas de subida y dos de bajada. En esa fecha llovía y nevaba sobre el campo base. Por fin, el día 23 "después de es-tar dos días más de lo previsto en el campo base, fuimos a dormir al campo I", relatan; fue en ese momento, cuando Rubén Jiménez subía a observar el emplazamiento del campo II, cuando se desencadenó la avalancha que, a la postre, hizo reflexionar al grupo y le empujó a renunciar a su objetivo. "Ahora -relataban el lunes en tutoberri.info- nos iremos del campo base y proseguiremos el trekking hacia el paso Larkya. Nos vamos con la cabeza bien alta, hemos disfrutado de esta maravillosa montaña y a buen seguro que para nuestras mentes, y sobre todo corazones, otra montaña está naciendo".