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Gurutz Aguinagalde: "Si Navarra se caracteriza por algo especial es por su comida"

Gurutz Aguinagalde, de 37 años, juega como portero en el Naturhouse, equipo de balonmano de La Rioja. Lleva practicando este deporte desde los trece años y desde los 17 como profesional

Gurutz Aguinagalde: "Si Navarra se caracteriza por algo especial es por su comida"

pamplona - El jugador del Naturhouse se somete a las preguntas de esta sección para hablar de todo menos del deporte que más le apasiona. Gurutz Aguinagalde, natural de Irun, vive en Sarriguren junto a su mujer, sus dos hijas y varias gallinas. Es un auténtico manitas, siempre dispuesto a compartir su vida, disfrutar de la familia y de los amigos y un gran apasionado de la cocina.

¿Cuál es el plato que más disfruta comiendo?

-Sin duda alguna, los huevos fritos con patatas. Bien sean acompañados con jamón, chorizo, con chistorra o con lo que haga falta. Creo que los huevos con patatas es un plato muy sencillo que pocas veces falla.

Ha viajado mucho con el equipo y ha conocido muchos lugares. ¿Dónde se come mejor?

-Como aquí no se come en ningún lugar. Yo soy de Euskadi y todos sabemos que, en general, en toda la zona norte de España se come muy bien, pero creo que hay que tirar un poco hacia casa y como en esta tierra no se come en ningún lado.

¿Qué opinión le merece la comida navarra?

-La comida navarra es muy buena. Yo como deportista, normalmente, me suelo cuidar bastante y esta tierra me ayuda mucho. En la zona de la ribera, sobre todo, tenemos unas verduras que son fantásticas. Justo el otro día, estuve hablando con un compañero de equipo y llegamos a la conclusión de que en Irun, donde teníamos una huerta en la que plantábamos algunas verduras, ya sean alcachofas o espárragos, por muchas que plantásemos allá, el resultado era completamente diferente. Navarra, si se caracteriza por algo especial, es por su comida. En la zona del valle de Baztan se come de maravilla, en general en toda la zona norte, pero lo que distingue a esta provincia de las demás es la zona de la ribera.

¿Qué plato de comida es su especialidad?

-Desde que fui, además no hace mucho tiempo de ello, al programa de Robin Food en el que hice una fideuá, todo el mundo me pide este plato. Pero bueno, hay muchos, normalmente suelo adaptarme a la gente, intento hacer lo que me pidan. Me gusta, desde hacer guisos hasta paellas y arroces. Y en el día a día también me gusta cocinar.

¿Quién cocina en casa?

-Solemos cocinar los dos, tanto mi mujer como yo, pero normalmente el que tenga más tiempo. Aunque no tenemos problema porque nos gusta cocinar mucho. Ahora las hijas, con todos los programas de cocina que se están emitiendo en la televisión, como Masterchef y MasterchefJunior, se han empezado a aficionar por las cazuelas. En casa, en estos momentos, salseamos todos (risas).

¿Qué plato demandan sus hijas con más frecuencia en casa?

-Los huevos fritos, sin duda. Les encantan para cenar. Tenemos un gallinero con unas cuantas gallinas en el jardín y cogemos los huevos recientes. Si fuese por ellas, no comerían otra cosa, sólo huevos acompañados con lo que haga falta.

Es un manitas. Se ha montado su propio gallinero y una huerta en casa. ¿Qué va a ser lo siguiente?

-¡Hombre, manitas! Me gusta hacer diferentes cosas. Aunque aquí no tenemos mucha posibilidad como en Irun o en Hondarribia, donde teníamos el caserío. Con un jardín pequeño no podemos tener todo lo que nos gustaría, pero si que he montado pequeñas cosas para que, por lo menos las hijas, sepan de donde vienen los productos y que hay que trabajar día a día para conseguirlos. Que se aficionen cada vez más y tengan la ilusión de tener algo propio. Es un esfuerzo, pero es como realmente, a posteriori, se disfruta de las pequeñas cosas. Es algo interesante para las hijas, y como soy un pelín manitas intento hacerlo de la mejor manera posible.

Nació en Irun y juega en el Naturhouse de Logroño. ¿Por qué decidió venirse a vivir a Pamplona?

-La familia de mi mujer, desde que eran muy pequeños, han tenido una casa en Hendaia y los fines de semana solían pasarlos en Irun. Allí fue donde nos conocimos. Ella tenía su trabajo en Pamplona y decidimos instalarnos aquí. Por el tema balonmano no es ningún inconveniente, siempre he tenido cerca la ciudad de mi equipo, más o menos a una hora de casa.

¿Qué es lo que más le atrae de la capital navarra?

-Creo que es una ciudad muy cómoda. Tiene todas las ventajas de una ciudad grande, con todo tipo de comercios, una gran tradición y muy buenas fiestas como son las de San Fermín. Pero también tiene las ventajas de las ciudades pequeñas, podemos decir que tiene todo a mano. Nosotros vivimos en Sarriguren, a cinco minutos tenemos la parada del autobús y en muy poco tiempo estamos en cualquier zona de la ciudad. Siendo muy pequeña y con todas las ventajas de una ciudad grande, tiene la virtud de ser muy cómoda para vivir.

Lleva varios años jugando en Logroño. Por este motivo, tiene que ser buen conocedor de la cultura riojana. ¿Cómo se prepara el zurracapote?

-Casi mejor si me preguntas por la cultura navarra (risas). La verdad es que no lo he preparado nunca, pero creo que se hace con vino, con diferentes frutas, se le suele echar azúcar y no se muy bien si también le acompaña algún refresco como la limonada o la naranjada, puede que esté metiendo la pata. Luego se que se le echa un poco de canela. No me atrevo a decir nada más. Ahora miraré haber si he acertado en algo (risas).

La calle Laurel es una zona de Logroño conocida por su gastronomía. ¿Ha estado?

-Sí, muchas veces.

¿Qué tres pinchos destacaría de toda su variedad?

-Me gusta el bar Tío Agus, me gusta la ensalada de tomate, que lo sacan también al estilo pintxo en El soldado de Tudelilla y cualquiera de los productos a la brasa de El Charro. Ninguno de los tres está exactamente en la calle Laurel, pero son las perpendiculares a ella, como la calle San Agustín y la Travesía Laurel. Todas están en la misma zona y creo que podría valer (risas).

¿Si tuviese un restaurante, que pintxo sería su especialidad?

-No montaría un bar de pintxos, soy más de cuchara. Me gusta, en general, todo lo que es la materia prima fresca, como ejemplo, y ya te he comentado antes, la verdura de la ribera. También valoro mucho cuando voy a mi tierra el poder comer los productos que me ofrecen mis amigos pescadores. Agradezco un buen filete de pescado de vez en cuando. No sería capaz de decirte un pintxo como especialidad, pero fuese lo que fuese, más que la elaboración, creo que con una buena materia prima, cualquier cosa que hicieses saldría rica. Daría más importancia a la calidad del género que a una gran elaboración.

¿Qué le gustaría hacer una vez se retire del balonmano?

-Tengo la carrera de Ingeniería y el título nacional de entrenador. Al final he dedicado toda mi vida a jugar al balonmano, soy deportista. En un futuro me veo en un ambiente más relacionado con el deporte. Me gustaría poder transmitir todos los valores que este mundo me ha enseñado. Creo que somos gente privilegiada, que hemos sabido desde muy jóvenes tener ciertas responsabilidades, saber adaptarnos a diferentes situaciones y me gustaría mostrar esas vivencias a los demás, e intentar transmitir también un estilo de vida. Estamos intentando montar un proyecto para que en el día de mañana podamos demostrar a la gente que es importante llevar una vida saludable.

Le gustaría transmitir valores que le han enseñado en su vida. ¿Qué personas han sido importantes a lo largo de su carrera profesional?

-Uno de los entrenadores más importantes que he tenido y con el que más he aprendido ha sido Jota. También he tenido diferentes entrenadores que han sido buenos compañeros. Pero sin duda alguna la persona que más me ha marcado, motivado e incluso me ha hecho ver la vida de una forma diferente es José Luis Hernández, preparador físico que ha marcado un antes y un después en mi forma de ver el balonmano. Además hace poco tiempo falleció y me gustaría dedicarle estos últimos años de mi carrera. Quería agradecerle también por todo lo que él ha significado para mí.

Estuvo en el programa Robin Food de David de Jorge, un conocido cocinero hondarribiarra. ¿Cómo fue la experiencia en el mundo de la televisión?

-Muy buena, David de Jorge es un fenómeno televisivo. Lleva un programa con una facilidad increíble y tiene una capacidad comunicativa terrible que te lleva en volandas. Ya le conocía personalmente y gracias a ello se me hizo mucho más fácil. También, es verdad que tengo facilidad para la comunicación porque desde que comencé a jugar en el Bidasoa no he parado de hacer entrevistas durante 20 años. Gracias a ello he conseguido mucha soltura de cara a los medios. Aparte, en Logroño solemos hacer muchos programas de radio, lo que también ayuda a ser más comunicativo. Pero teniendo al lado a David de Jorge, todo se hace mucho más llevadero.

¿Cómo es David de Jorge?

-Es tan campechano como se le ve por televisión. Toda la naturalidad que despliega y la poca vergüenza que tiene para decir y hacer lo que hace delante de una cámara, es porque es como es. Si tendría que describirle en un apalabra diría que es una persona natural.

¿Le gustó el mundo de la televisión?

-Me siento cómodo en ella. Son muchos años saliendo en diferentes medios de comunicación. En Logroño llevo jugando 9 años, y 8 como capitán, en los que me ha tocado ir a varios actos y a una gran cantidad de programas. Si la pregunta es: ¿Te gusta? No lo se, prefiero decir que no me siento incómodo. No me cuesta nada asistir al lugar desde el que me llamen, me lo suelo pasar muy bien.

Siendo un apasionado de la cocina, ¿quién no le dice que acabe cocinando en la televisión como el hondarribiarra?

-En la cocina seguro que no. Dicen que no cocino mal, pero en casa y para los amigos. No tengo ni formación, ni preparación para hacer lo que hacen ellos. Son gente profesional. Son auténticas enciclopedias de la cocina. No es sólo lo que la gente ve, sino que a sus espaldas llevan una cantidad de trabajo tremenda, que cualquier persona de la calle no tenemos.

¿Llegó a probar alguna de sus guarrindongadas?

-No, la verdad es que no. Comimos antes de grabar el programa. Además ese día no tocó dicha sección. Si mal no recuerdo, se suele hacer los viernes. Cierto es que lo suelo ver muchas veces y no ha habido ninguna que me haya llamado la atención como para querer probarla. Son recursos que nos vienen a la cabeza en momentos de poca lucidez. Igual en un día que llegas a casa después de una noche de fiesta y te haces algo para comer con lo primero que pillas de la despensa. Estas guarrindongadas se nos ocurren a raíz de momentos como éste.

Cambiando de tema, ¿sigue la actualidad?

-Sí. Intento estar informado de las cosas que pasan en el mundo.

¿Qué opinión le merece la sociedad en la que vivimos?

-Hay una falta de valores muy importante. Un país como España, que tiene muchas posibilidades, con un gran turismo y con gente, en general, muy trabajadora, está muy desaprovechado. Tenemos una mentalidad que debemos cambiar. Me doy cuenta de ello cada vez que salgo fuera. Un ejemplo claro son los países nórdicos. Que haya 4.000 o 5.000 personas viendo un partido, y 4.000 o 5.000 bicicletas fuera del pabellón sin candar, demuestra mucho de los ciudadanos de dicho país. Todos somos culpables de la situación en la que vivimos. Hay una crisis increíble con una economía sumergida palpable de la que todos somos partícipes.

¿Existe una solución?

Creo que para cambiar las cosas deberíamos empezar por nuestra casa, por nuestro entorno. Inculcar a tus hijos en los buenos valores de esta vida. Ha llegado un punto en el que asumimos como normales situaciones que no lo son. No creo que pongamos los medios suficientes para intentar solucionar los problemas. Cada uno deberíamos de empezar a ser más responsables, comenzar desde abajo. No vas a cambiar un país de golpe, pero sí poco a poco, intentando cambiar la forma de pensar de los que nos rodean. ¡Para que vamos a esperar que otros cambien! Vamos a hacerlo nosotros e igual llega el momento en el que se les pegue algo.

¿Qué es más fácil, parar un penalti o la rabieta de una hija?

-La verdad es que no me puedo quejar de mis hijas. Se suelen portar muy bien. Pero creo que es mucho más difícil la rabieta de una hija, sin ninguna duda. Al final un penalti lo puedes parar o no, pero la rabieta de una hija... No me gusta castigarles, prefiero hablar de la situación e intentar aconsejarles y enseñarles. Ese pequeño enfrentamiento que puedes llegar a tener con ellas duele, se queda uno con mal cuerpo después de que suceda. Sin duda es mucho más difícil que parar un penalti.

¿En que ocupa Gurutz Aguinagalde su tiempo libre?

-Me gusta mucho relacionarme con la gente para hacer comidas, cenas, quedar para tomar algo, soy una persona bastante sociable en este sentido. Y como hobby, puedo decir que me encanta ir al monte a por hongos. Aquí en navarra soy un robasetas, tengo mucho vicio. Te digo mucho, porque a mi mujer le tuve que decir que no llegase el momento en el que me hiciese elegir entre ella o ir a buscar hongos (risas). La noche anterior al día que voy al monte no me hace falta ponerme el despertador, veo hongos por todos los lados. Cogiendo setas soy el hombre más feliz del mundo.