huarte - La semana pasada, a Mikel Beroiz le tocaba soplar las velas. El pelotari de Asegarce cumplía 25 años y, en esta entrevista -a la que llegaba un tanto intrigado por las posibles preguntas- acababa echando la vista atrás y recordando su infancia en Huarte, pueblo al que tanto apego tiene, y del que le costaría mucho marcharse si las circunstancias lo requiriesen. Un panorama que contempla Beroiz, quien reconoce sentirse un "privilegiado" por poder dedicarse a su pasión.

Zorionak, ya tiene usted un cuarto de siglo.

-Gracias. Sí, la verdad es que los años pasan, vamos para arriba y ya tengo 25 años. Buena edad.

Aún lo de cumplir años no le pesará...

-No, todavía no. Dicen que hasta los 30 o así es la mejor edad y yo ahora estoy disfrutando de los 25. Estoy feliz.

¿Le va lo de celebrar los cumpleaños?

-Bueno, lo normal. Igual una cena con los amigos, con la familia, con los que tengo cerca y poco más. Tampoco me gusta hacer algo grande.

¿Le gustan las sorpresas?

-Sí, yo creo que a casi todos nos gustan.

¿Y a usted sorprender a los demás?

-También me gusta, aunque a veces cuesta que se te ocurra algo para sorprender.

¿Siempre ha residido en Huarte? ¿Es cebollero de toda la vida?

-Sí, desde que nací. Mi padre es de Huarte de toda la vida también y mi madre vino de Eugi con 16 años. Así que toda mi vida la he pasado aquí.

¿Ha cambiado mucho su pueblo de cuando era pequeño?

-Muchísimo. Yo lo recuerdo bastante más pequeño. Ibas por la calle y conocías a todos con los que te cruzabas, a los mayores y a los pequeños. Sin embargo, ahora no es así. También es verdad que depende de la zona por la que te muevas. Quizás aquí, donde la plaza del Ayuntamiento, andamos más los de toda la vida, mientras que en la parte nueva están los que acaban de venir a vivir. La verdad es que a mí Huarte me gusta como está ahora, pero más como estaba antes.

¿Qué recuerdos tiene de su infancia en el pueblo?

-Yo de pequeño era un culo inquieto y no paraba en casa, sobre todo en verano. Me gustaba hacer de todo. Aquí hemos tenido una cuadrilla bastante maja, que sobre todo pasábamos mucho tiempo en el frontón. Jugábamos a todo: a fútbol, a frontenis, a baloncesto cuando había torneos en verano... Siempre me han gustado los deportes y he acabado practicando muchos.

Antes todos los niños jugaban en la calle, algo que se ha ido perdiendo.

-Sí, sí. Eso se nota mucho. Ahora oyes a los críos y siempre están hablando de videojuegos o de ordenadores. Nosotros antes éramos más de jugar con los cromos de fútbol, con la peonza y con las canicas. Eso ha cambiado mucho y me da pena. Nosotros hacíamos más vida en la calle y ahora se ven cada vez menos niños.

¿Recuerda quién fue la primera persona que, con 5 años, le puso su primera pelota en la mano?

-Mi padre. A él siempre le ha gustado la pelota y, desde pequeño, me quiso encaminar hacia ella. Sí que es verdad que yo también practiqué más deportes: jugué a fútbol, hice kárate, atletismo... Me apunté a todo, pero al final desde crío me gustaba la pelota y ahí sigo.

¿Los deportes que ha citado no se le daban bien?

-Mis padres querían que probase un poco de todo a ver qué me gustaba y la verdad es que no era muy bueno en los demás. La pelota es lo que más me tiraba, con ella me quedé y acerté.

Y gracias a la pelota ha conocido a personas con las que tiene una muy buena relación, como Juan Martínez de Irujo.

-Sí, gracias a la pelota he conocido a bastante gente desde pequeño: con los amigos de la cuadrilla me junté aquí, en el club de Huarte; y en aficionados también hice muchos amigos, al igual que en profesionales. Desde el principio empecé con Juan, durante los comienzos me ayudó muchísimo y fue como mi "profesor". Cualquier duda que tenía se la preguntaba y nos llevamos muy bien, así que estoy contento por tener una buena relación con un gran pelotari.

Con el que, además, tengo entendido que ha hecho muchos kilómetros de carretera... ¿Cómo han sido esos viajes?

-Bueno, por lo menos aburridos no. Estuvimos jugando un campeonato juntos e hicimos muchos viajes. Yo me río mucho con Juan, pero hay que aguantarle alguna que otra vacilada también (se ríe). Eso sí, cuando ya cogí más confianza con él, yo también le vacilaba. Tenemos buen rollo, eso es lo importante.

Es deportista, pero también joven. Supongo que le gustará también salir de juerga.

-Como a todos... Para eso es fácil tener afición. Claro que me gusta ir de juerga, pero hay que saber cuándo y cómo salir. Yo eso lo controlo bastante. Siempre que puedo me gusta aprovechar y disfrutar, pero si tengo un campeonato o algún partido también me sé estar en casa.

¿A quién se llevaría una noche de marcha?

-La verdad es que me pillas... Ahora mismo no podría decirte alguien en concreto.

Y bailar, ¿le gusta?

-No, no, no. A lo mejor cuando estás de juerga puedes hacer un poco el tonto con los amigos, pero para nada me gusta bailar.

A los uhartearras les llaman cebolleros, pero creo que además es conocido también con otro apodo: la Roca.

-Sí, ese es un mote que me lo han puesto más los periodistas. En la tele me empezaron a llamar así y ahora se me ha quedado. La Roca tiene que ver con que soy fuerte, así que no me importa, no es malo. Los hay peores.

¿Y de carácter también es fuerte o no?

-Sí, tengo un carácter bastante fuerte. Me suelen decir que soy bastante cabezón. Cuando me cabreo tengo bastante genio, pero lo cierto es que cuesta llegar a cabrearme. Suelo aguantar bastante y, cuando ya estoy enfadado del todo, lo saco. Exploto.

Hace poco se celebró en su pueblo la fiesta de Sortzen. ¿Participó?

-Sí, estuve presente. Me di una vuelta y, además, di un par de camisetas. Participé lo que pude. La verdad es que me alegró que trajeran a Huarte una fiesta tan grande y que saliera todo bien.

Usted ha estudiado en euskera, así que supongo que apoya a la escuela pública vasca.

-Sí, sí. Cuando me enteré de que iban a traer a Huarte la fiesta, la verdad es que me vi contento, porque yo también he estudiado aquí. Intenté involucrarme todo lo que pude en esta cita y ayudar.

¿Qué significa el euskera para usted?

-Algo bonito. Yo desde pequeño he estudiado en euskera, es un idioma de aquí y me gusta mucho.

¿Cree que a veces se usa políticamente esta lengua?

-Igual sí. Más que aquí, fuera. Si te oyen hablar euskera en Madrid, por ejemplo, te asocian con la política. Pero yo a eso no le hago mucho caso.

¿Y precisamente a la política le hace caso?

-Lo justo. Tampoco me interesa demasiado.

¿Sigue la actualidad?

-Sí, algo sí.

¿Y qué opina de la noticia bomba de estos días, la abdicación del rey Juan Carlos?

-Desde luego, todo el mundo está hablando ahora sobre eso. Creo que cuando llegas a una edad y no te ves con fuerzas, lo mejor es dar el relevo a otro.

¿Monárquico o republicano?

-Soy más republicano.

¿Entiende que la gente salga a la calle para pedir un referéndum sobre ello?

-Sí. La gente es la que tendría que poder decidir si quiere una Monarquía o no, pero así están las cosas.

Es joven y tiene la suerte de dedicarse a lo que le gusta. No todos los de su generación pueden decir lo mismo ahora.

-No, la verdad. Hoy en día, tal y como están las cosas, es un privilegio estar viviendo de lo que te gusta, vivir bien además y conocer a tanta gente. Es algo que quiero disfrutar a tope.

Si se diera el caso, ¿sería capaz de marcharse al extranjero en busca de una salida laboral?

-No lo sé, pero está claro que si aquí no hay salida, habrá que buscar otras opciones. Me costaría mucho salir, porque soy muy navarro y muy de Huarte, pero si aquí no hay nada habrá que buscarlo en otro sitio.

No sé si en su entorno se están dando estas situaciones difíciles de desempleo, duras de sobrellevar.

-Sí, ya he tenido casos cerca, de gente en desempleo. Mi chavala también estuvo en el paro mucho tiempo y ahora, por suerte, está trabajando. Aunque tú no tengas ese agobio, se pasa mal viendo a alguien cercano tener esa presión. Ojalá hubiese trabajo para todos.

¿Hay motivos para indignarse?

-Sí, sí. A nadie nos gusta oír cómo hay empresas que echan a un montón de trabajadores o ver los contratos que hacen, a veces más de semanas que otra cosa. Pero ahora mismo la situación está así.

Hablando de crisis, ¿cómo ve la situación de Osasuna?

-Bueno, ahora está saliendo a la luz todo lo que entre las directivas han hecho mal en los últimos años. Sigo bastante Osasuna y ahora estamos conociendo todo de repente porque ha bajado a Segunda. Creo que si se hubiese mantenido en Primera, no habría salido nada. Todos seguiríamos engañados. Ahora la gente ya sabe lo que hay en Osasuna y hay que seguir adelante, hacer un equipo competitivo para la nueva categoría e intentar subir cuanto antes. El panorama es negro, pero a ver si se hacen las cosas bien.

La verdad es que marea escuchar deudas de tantas cifras. En la pelota esos números no se manejan, ¿no?

-No, no. Esos números ni se asoman. Una deuda de cien millones es muchísimo. A ver cómo se las arreglan y ojalá el equipo salga adelante.

De Osasuna, lo único bueno que se ha oído últimamente es sobre Patxi Puñal, también de Huarte. Me imagino que aquí le tendrán mucho aprecio.

-Sí, a Puñal aquí siempre se le ha tenido mucho cariño. Es un chaval muy majo y abierto. De pequeño recuerdo hablar con él y saludarme. Ha sido un referente para todo Huarte y, aunque no se ha despedido de la mejor manera, ha sido un gran profesional y un ejemplo a seguir. Gente como él se necesita ahora mismo en Osasuna.

De Huarte ha salido una buena hornada de deportistas.

-Sí, la verdad es que sí. Puñal ha sido el más importante. Yo estoy como profesional en la pelota, hay un par de futbolistas que vienen también pisando fuerte, al igual que otros pelotaris también. Aquí siempre ha gustado el deporte.

¿Qué aficiones tiene?

-Mi vida gira en torno al deporte. Me gustan mucho todos y suelo seguir también a Osasuna. Además, me encanta estar con los amigos y echar unas risas.

Y el verano, ¿cómo se presenta?

-Bien. Con ganas de empezar ya las ferias y de jugar partidos de fiestas. Es una época bonita que hay que disfrutar a tope.

Así que de vacaciones nada.

-No, la verdad que no. La semana pasada estuve unos días de descanso, pero ya se han pasado. Ahora hay que entrenar para el verano.

¿A qué sitio le gustaría ir en un futuro de vacaciones?

-Me encantaría ir a Estados Unidos y también a Argentina. Me tira mucho América. En un par de ocasiones he viajado a Punta Cana y he estado muy a gusto, así que me gustaría conocer más lugares.

¿Podrá disfrutar algo de Sanfermines?

-Sí, algo sí. Solemos tener partidos en esas fechas, pero siempre buscamos algún hueco para poder disfrutarlos. Aunque no podamos salir mucho de noche, de día también se lo pasa uno bien en estas fiestas.

¿Qué es peor, enfrentarse en el frontón a un Irujo o un Olaizola o correr en el encierro delante de un Miura?

-Seguro que correr el encierro delante de un Miura... Yo jamás he corrido y ni se me ha pasado por la cabeza hacerlo, pero sí que me gusta y suelo ir a verlo.