Tres décadas con Michael Robinson

Pamplona - Corría enero de 1987 cuando una leyenda del fútbol inglés como Michael Robinson llegaba a su casa y sacaba un mapa de España para buscar una ciudad llamada Osasuna. No la encontró. Pero eso no impidió que, a la mañana siguiente, Michael Robinson aterrizase en el que por entonces era el aeropuerto de Bilbao (actualmente, Sondika). Fue en enero de 1987 y su conocimiento del castellano era, directamente, nulo. Entonces se estaba forjando una historia que pocos se imaginaban. Ahora, treinta años después, Robinson se ha convertido en un icono de la televisión de pago mientras sigue exigiendo más ambición a Osasuna.

Tras su paso por diferentes clubes, Robinson recaló en el Liverpool que pagó 250.000 libras al antiguo equipo del delantero. En esta primera etapa Michael consiguió la Premier League, la FA Cup y la Copa de Europa.

Robinson cuajó una buena carrera en el Liverpool. Hoy en día sigue reconociendo al club inglés como “su equipo”. Cuando su físico comenzaba a flojear, Robinson se planteó marcharse al extranjero. Entonces comenzó a recibir ofertas, pero hubo una que especialmente le llamó la atención. “Sí, y era la peor de todas las ofertas que tenía, pero en ese momento no quería decidir en función del dinero, sino que quería jugar mis últimos años en un lugar en el que me sintiera apreciado”, contó en una entrevista hace poco años.

“¿Cuántas decisiones tomamos en la vida? Esta ha sido la mejor que yo haya tomado jamás”, respondió esta semana al tuit de un aficionado rojillo sobre su incorporación a Osasuna. Una vez en Pamplona, Robinson se sorprendió por cosas como que el vestuario rezaba antes de los partidos.

En el club navarro demostró en sus dos temporadas que era un delantero prestigioso y marcó 12 goles en 59 partidos oficiales con los navarros.

Pero su físico siguió dándole excesivos problemas y finalmente decidió retirarse, aunque antes había colaborado directamente en traer a Osasuna a otra leyenda del club como era Sammy Lee.

Icono de la tele Una vez retirado, Michael Robinson no volvió a Inglaterra. Comenzó a hacerse un hueco en los medios de pago comentando partidos. Participó en programas míticos como El Día Después y, poco a poco, se ha hecho un hueco hasta convertirse en un icono de la televisión con diferentes programas de éxito y referencia. Pero su ligazón con Osasuna no acaba, ya que recibió la insignia de Oro y Brillantes del club. Una entidad que sigue en sus pensamientos, pero con la que no ha mantenido una relación fácil. Sus continuos comentarios afectuosos hacia otros equipos como el Cádiz y alguna crítica hacia Osasuna no fueron bien entendidas por la masa rojilla. Pero Robinson, en DIARIO DE NOTICIAS, aclaró su postura con una frase que pasará a la posteridad. “Osasuna es un club grande con un conformismo casi enfermizo”. El inglés siempre ha pedido a la entidad rojilla un paso más ambicioso ya que, según ha asegurado en repetidas ocasiones, Osasuna “es un club grande pero no se comporta como tal”. Como bien ha demostrado en diferentes ocasiones, Robinson sigue llevando a Osasuna en su corazón.