El balón a tierra, una solución de emergencia

En el caso concreto, de actualidad, viene precedido de un error arbitral, el árbitro hace sonar su silbato e inmediatamente se da cuenta de que se ha equivocado, el juego ha quedado interrumpido y de algún modo debe ser reanudado, la única posibilidad es hacerlo con un balón a tierra que siempre se efectúa en el lugar que estaba el balón cuando se interrumpió el juego.

Podría producirse incluso la situación de que el árbitro silbara para conceder un gol antes de que el balón entrara en la portería, pues bien en esta situación el silbido interrumpiría el juego que debería reanudarse con el consabido bote.

Aprovecharemos la ocasión para comentar algunos asuntos relacionados con este modo de poner el balón en juego:

El árbitro debe dejar caer el balón que estará en juego cuando toque el suelo, de ahí viene la denominación de bote. El número de jugadores que disputa el balón no está regulado por la regla, pueden acudir a por él todos los jugadores que quieran sin que deban igualarse los de los dos equipos. El portero dentro de su área puede participar utilizando las manos.

Recientes modificaciones han ido impidiendo la posibilidad de que se marque gol directamente de un balón a tierra, en la actualidad para que un gol sea válido debe haber sido tocado por dos jugadores al menos antes de entrar en la portería, si se introduce después de tocarlo un único jugador se reanudará el juego con saque de meta o saque de esquina si ha entrado en propia meta.

Es curioso observar cómo, en el fútbol actual, los balones a tierra raramente se disputan, los jugadores han desarrollado un código para que cuando el árbitro deja caer el balón solo acuda un jugador que cede siempre el balón al otro equipo, muchas veces con cierta picaresca alejando lo más posible el juego de su área.

El autor es vocal de Formación y Relaciones Sociales del Comité Navarro de Árbitros de Fútbol.