donostia - La de ayer fue una jornada agridulce en lo que se refiere al remo. Los remeros se dieron cita en la bahía donostiarra con ánimo de ofrecer sus mejores prestaciones bajo un sol de justicia que invitaba a seguir las regatas en directo. Los bogadores cumplieron con su parte y ofrecieron una auténtica exhibición que hizo las delicias los aficionados presentes en las inmediaciones del campo de regateo.

No obstante, el espectáculo quedó relegado al segundo plano por la sanción impuesta a Bermeo. Los txos tocaron palas con Zierbena y los jueces los relegaron a la última plaza, concediéndoles el tiempo de los últimos clasificados ayer -San Pedro- más quince segundos de penalización. Independientemente de la idoneidad de la decisión, la polémica se adueñó de la competición más seguida del año. Y eso no es bueno para la imagen del remo, máxime cuando se trata de una excepcionalidad.

Así, el trabajo de los deportistas quedó empañado cuando estos hicieron vibrar a los seguidores durante toda la mañana. Hondarribia, Bermeo y Zierbena completaron los 5.556 metros con una diferencia mínima a favor de los galipos, lo que vaticinaba una de las banderas más abiertas de las 123 ediciones que se han disputado hasta la fecha. Tanto, que de no ser sancionado Bermeo, Zierbena arrancaría la segunda jornada con 20 centésimas de ventaja, igualando la distancia más estrecha de la historia.

hondarribia arrasa en su tanda Hondarribia fue la primera trainera en dar el golpe. Los verdes arrasaron en su tanda y se hicieron con un registro que les permite soñar con la bandera. La Ama Guadalupekoa es el único bote guipuzcoano que, salvo vendaval en la segunda jornada, cuenta con opciones de cara a la victoria final. Hondarribia salió con hambre de victoria y lo demostró desde el inicio; nada más soltar la estacha los guiados por Ioseba Amunarriz se hicieron con una primera posición que no soltaron durante toda su serie.

En los primeros minutos, Cabo fue la trainera que más sujetó a los amarillos. Los bermellones salieron por la segunda calle, y no dudaron en aprovechar el resguardo que poseían sobre las calles exteriores, más expuestas al fino viento de noreste. Hondarribia pronto cayó en la cuenta y orientó la embarcación hacia estribor.

Entonces comenzó el festín verde. Los de Mikel Orbañanos lograron aumentar sus distancias según recorrieron los metros restantes hacia boya. Ningún rival pudo plantarles cara, y los aficionados verdes se tomaron, con razón, licencia para ilusionarse. En la única ciaboga de la tanda Hondarribia aventajó en ocho segundos a Cabo y Orio, que mantenían la pugna por hacerse con la segunda posición. Por detrás, San Pedro viró a once segundos de los líderes, conscientes del mayor potencial que atesoraban sus rivales en la mañana de ayer.

Nada más maniobrar, Hondarribia consiguió aumentar su ventaja al empopar la primera ola que les llegó. Sabían que era el momento de ganar el golpe y finiquitar la regata, y vaya si lo hicieron. Con un ritmo pausado que a duras penas superaba las 36 paladas por minuto, los segundos comenzaron a caer como moscas. Para el minuto trece los verdes tenían más que amarrada la primera posición.

Sin embargo, los patroneados por Ioseba Amunarriz conocían el cartel de la segunda tanda. La presencia de Zierbena y Bermeo en la misma invitaba a desechar la relajación, y así lo hicieron. Subieron paulatinamente el ritmo hasta llegar a las 42 por minuto con las que arribaron a meta. Los hondarribiarras terminaron exhaustos pero felices. No era para menos; sabían que el registro obtenido dificultaría el trabajo de los siguientes participantes.

Por detrás, Orio no pudo aguantar los arreones de Cabo y los guipuzcoanos terminaron por ceder la segunda posición. Ambas embarcaciones estuvieron cerca de tocar las palas, pero un cambio de Gorka Aranberri en busca de la heroica evitó la riña. La San Nikolas no tuvo su día y se tuvo que conformar con la sexta posición final, lo que dificulta sobremanera repetir el éxito del pasado curso. Los aguiluchos llegaron a 20 segundos de Hondarribia, y se antojaba difícil obtener el billete a la tanda de honor del próximo domingo, algo que se confirmó al final de la jornada. Mientras tanto, San Pedro cerró la tanda a 33 segundos de los primeros.

Arreón furioso Si la tanda inicial obsequió por la claridad de la victoria hondarribiarra, la tanda final significó todo lo contrario. Bermeo y Zierbena se enzarzaron en una cerrada disputa desde el inicio. Tanto, que acabaron la regata con 20 centésimas de diferencia. El toma y daca se alargó durante casi 20 minutos y tuvo su punto álgido en el toque de palas que desembocó en la sanción a los bermeotarras.

Tras una salida fulgurante, Bermeo se hizo con la cabeza de regata y no fue hasta el tercer minuto cuando los galipos consiguieron neutralizar a los azulones. En ese momento se impuso la igualdad entre ambas embarcaciones y ninguno de los dos pudo romperla de ahí en adelante. Un segundo separaba a las dos tripulaciones en la maniobra. La Bou Bizkaia se mantenía en cabeza, pero perdía cuatro segundos respecto a Hondarribia a mitad de recorrido.

A la vuelta, los verdes lograron estirar su ventaja hasta los nueve segundos, pero Bermeo y Zierbena comenzaron su recuperación desde el extremo más al oeste del campo de regateo. Tanto las olas como la corriente guiaban hacia ese lado del campo. Además, la influencia de la corriente también se notó entre los largos; tiraba más hacia fuera que hacia meta. Muestra de ello es que todas las traineras fueron más rápidas en el largo de ida.

Cuando los dos gallos comenzaron a reducir distancias sobre los bidasotarras, llegó el momento que acaparó toda la atención hasta el final de la jornada. Ambas embarcaciones igualaban sus registros cuando el patrón galipo, Borja Gómez, viró a babor produciéndose el choque de palas que incluso hizo parar al proel de Zierbena. Tras el percance los jueces ordenaron a los de Juan Zunzunegui cambiar el rumbo hacia estribor.

La acción evolucionó en un enérgico final entre las dos traineras, que no vieron interferida su marcha. En los cinco minutos restantes Zierbena consiguió un pequeño botín de dos segundos, pero a un minuto del final Bermeo se valió de un gran arreón para recortar un segundo, primero, y rebajar la desventaja a 20 centésimas, después.

Ya en tierra, los jueces se reunieron en el set de ETB para analizar lo sucedido. Tras revisar la acción desde todos los ángulos, además de la ubicación de las traineras o la intencionalidad de la acción, los árbitros hicieron uso del artículo 64 del código de regatas de la Federación Vasca de Remo, que rige la regata donostiarra, y decidieron que Bermeo debía ser relegada a la última posición, imponiéndoles el tiempo de San Pedro -que acabó último ayer-, más una sanción de quince segundos. Es decir, quedaron a 49 segundos de Zierbena. Los bermeotarras tienen 72 horas para presentar su recurso, algo que sus responsables tienen previsto hacer.