La inocentada
No es mal día hoy para gastarle alguna broma al típico amiguete que vive en su burbuja y no sabe si hoy es el día de los inocentes o es un simple 28 de diciembre. A mí me gusta y seguro que por algún sitio ataco, aunque sin tirar a matar.
Si en estas líneas les contara una inocentada futbolera, sería para ustedes muy fácil saber que llevan un muñeco en su espalda, pero, si se la mezclo con curiosidades del fútbol, quizá les complique la cosa. Vamos al lío.
Hace unos días el propietario del Steaua de Bucarest hacia unas declaraciones en las que decía que el cuerpo de la mujer no está hecho para el fútbol. Decía que iba contra la voluntad de Dios. En fin, no sé si esto será una inocentada, pero ese señor tiene más pinta de culpable que de inocente.
Ayer vi que en un campo de fútbol de la Tercera División inglesa esta misma semana había más de 46.000 espectadores. Los ingleses celebraban el día de ir con la familia al fútbol y, si ese dato es verdad, en casa no quedó ni el gato.
También me ha gustado de esta semana que, si te instalas en el móvil no sé qué aplicación, podrás tener el sistema V.A.R. en tu propio celular y comprobar así las jugadas en cualquier campo. Ni qué decir tiene que ya se pueden preparar los árbitros en categorías regionales, etc. Pobrecitos los del fútbol base.
Otra cosa impactante que puede sonar a inocentada es que la final del Mundial de 2022 será en diciembre curiosamente, pero más jodido de entender es que en la ciudad donde va a ser todavía no vive nadie. Vaya, que se está también construyendo. Suena raro.
Como ya no sé si miento o no digo la verdad, les vendría bien saber que el primer partido televisado en directo fue en el año 1937. Hasta ahí todo parece normal, pero, si les digo que este envite lo jugaron el Arsenal contra sus suplentes la duda tiene sentido. No sé si jugarían con petos o es que la imagen no fue la mejor del mes.
Entre todas las noticias, alguna tiene mala pinta y un muñequito en su espalda. Espero que no les moleste. Mientras tanto, yo me voy al B.A.R.
El autor es técnico deportivo superior