La gimnasta húngara Ágnes Keleti, la campeona olímpica más veterana, es también la persona con medalla olímpica que más ha vivido, al cumplir ayer 102 años y 242 días.

Keleti nació el 9 de enero de 1921 en Budapest en una familia judía, sobrevivió al Holocausto y obtuvo medallas de oro en los Juegos Olímpico de 1952 en Helsinki y de 1956 en Melbourne, y otras 3 de plata y 2 de bronce en esos mismos juegos.

La gimnasta empezó a practicar el deporte de niña, a los 4 años y, después de cumplir los 19, ya ganó su primer oro en un Campeonato Húngaro.

Cuando en la Hungría pronazi del final de la Segunda Guerra Mundial comenzaron las deportaciones de judíos a campos de exterminio, Keleti logró salvarse con documentos falsos.

Tras los Juegos de Melbourne, la gimnasta se instaló en Israel, donde trabajó como entrenadora y profesora, aunque tras la caída del Telón de Acero volvió a su país natal en 1990.

La prensa local recuerda que, hasta el jueves, el campeón olímpico que más vivió también era húngaro, Sándor Tarics, que ganó el oro en Berlín con la selección magiar de waterpolo, en 1936 y que murió en 2016 a los 102 años y 241 días.

Keleti sigue haciendo ejercicio todos los días, come mucha fruta y chocolate y sigue las retransmisiones de gimnasia por internet sin gafas, según explicaba ayer el portal Telex.hu. La veterana gimnasta es conocida por su particular sentido de humor, que conserva, y, al ser interrogada sobre el secreto de la larga vida, respondió que “hay que evitar mirarse en el espejo y así uno puede imaginarse que tiene la edad que quiera”.