Un gol de Alberto Munárriz, a dos segundos de la conclusión, abrió las puertas a España a la tanda de penaltis (7-7) ante Grecia, donde los de David Martín resolvieron su pase a la final del Mundial con dos paradas de Unai Aguirre (11-9) y lucharán por su cuarto título mundial.
Fue un partido con muchos encuentros. El primero, España lo ganó por 3-6 al descanso. En el segundo estuvo a punto de perderlo, porque a poco del final, Grecia ganaba 7-6 y casi celebraba el pase a la final.
Es cuando apareció el brazo de Munárriz, errático hasta entonces, que no había acertado en los primeros cinco lanzamientos, pero sí en el decisivo. Desde el punto de penalti, en el tercer partido, España volvió a ganar.
El partido fue muy táctico, con poco ritmo, lo cual no favorecía a los intereses de España. Sin embargo, una circunstancia marcó el desarrollo del primer tiempo: la expulsión de Aristeidis Chalyvopoulos por agresión a Álvaro Granados, que obligó a su equipo a jugar con uno menos durante cuatro minutos.
España no desaprovechó la ocasión y consiguió un parcial 0-3 que le dio aire. Hasta entonces, nuevamente el brazo de Bernat Sanahuja, como había ocurrido en cuartos de final, fue el fiel de la balanza de los de David Martín.
Anotó Alex Bustos en la primera superioridad y Sanahuja en la segunda. De penalti, en una acción muy protestada por los españoles, la estrella griega Genidounias recortó al 1-2 y después al 2-3 después de otro tanto de Sanahuja antes del final del primer cuarto.
En el inicio del segundo parcial se vivió la expulsión por brutalidad y la posibilidad de que España jugara cuatro minutos con uno más.
No lo desaprovechó el equipo de David Martín, con un parcial 0-3 que puso tierra por en medio, después de dos tantos de Granados y otro de Sanahuja.
Los griegos descontaron antes del descanso (3-6) y es cuando empezó el giro dramático del partido para España. Sin acierto en ataque, nulos en las superioridades, los de David Martín sobrevivieron gracias a su defensa y al enorme partido, nuevamente, del meta Unai Aguirre.
Encajó un parcial 1-0 y, a ocho minutos del final, España aún tenía ventaja (4-6). Pero en el inicio del cuarto final, Granados fue expulsado con roja directa y ya no volvió a jugar más, lo cual lastró aún más el ataque.
Mientras, los griegos anotaban. Gkillas puso el 5-6, Pouros el 6-6 y nuevamente Gkillas culminó la remontada y un parcial 5-0 para el 7-6 a 1:48 para el final.
Dio igual el tiempo muerto de Martín para preparar una nueva superioridad, que Felipe Perrone rematara al palo a 35 segundos del final. Todo se decidió cuando Munárriz, a dos segundos del final, acertó con un tiro supersónico para mandar el partido a los penaltis, y poner fin a casi veinte minutos en los que España se quedó seca.
Allí, no hubo color. Perrone anotó el primero (8-7), Genidounias empató (8-8), Sanahuja puso el 9-8 y Kalogeropoulos no falló (9-9). Munárriz marcó el 10-9 y Aguirre detuvo el penalti a Skoumpakis. Larumbe no erró y 11-9 y Unai Aguirre paró la pena máxima decisiva.
Ahora en la final, España jugará contra el ganador del Serbia-Hungría.