Una de las mascotas con plumas más populares en los hogares son las psytacidas, los loros. Su inteligencia, su vistosidad y su afición a vivir en comunidad hace que enseguida entren a formar parte del núcleo familiar.

Pero esto no significa que sean unos animales fáciles de cuidar. Su inteligencia obliga a mantenerlas activas y a ofrecerles muchos estímulos que las hagan estar alerta y pueden ejercitar su mente y su cuerpo.

Su alimentación es parte importante del proceso. De ella depende tanto su salud física como la mental. No solo es importante qué comen, también hay que tener en cuenta cómo lo comen. Se trata de que cuando coman también se estimule su curiosidad, su gusto por buscar y probar cosas nuevas, de sacarlos de la rutina.

Una cotorra come unas frutas directamente de un árbol. Freepik

No hay que olvidar que en libertad, estas aves pasan hasta el 60% de su tiempo buscando alimento en la selvas y bosques donde habitan. En esa búsqueda se alimentan fundamentalmente de semillas y vegetales frescos. Pero en principio, esta no es la dieta más adecuada para los ejemplares en cautividad ya que la principal diferencia entre ellos es la cantidad de actividad física que realizan. En cautividad es notablemente menor aunque nos esforcemos por ofrecerles ratos de ocio y convivencia fuera de la jaula, que puedan volar y caminar libremente por la vivienda.

Por este motivo, el consumo de semillas en casa debe ser notablemente menor ya que este alimento tiene un valor energético muy alto y el gasto calórico de un loro en una casa es notablemente menor. Esto puede llevar al pájaro a engordar mucho y el sobrepeso llega a ser muy perjudicial. Por ello, es más recomendable que la base de la alimentación sea el pienso, ya que nutricionalmente está más equilibrado. Basta con que la cantidad diaria ofrecida no sea más del 5% de su peso. Además, a esta base hay que añadirle fruta y verdura fresca en razonable abundancia.

Hay que ser muy cuidadoso con las semillas que se le ofrecen, que deben ser muy variadas y si no hay de girasol o alpiste, mejor. Freepik

Para aquellos que prefieran mantener la dieta a base de semillas por ser, en principio, la más natural deben tener en cuenta que la proporción debe ser un 60% de semillas y un 40% de fruta y verdura. Ahora bien, esa mezcla de semillas debe contener una gran variedad de clases y las de girasol deben ser minoritarias. De hecho, uno de los problemas que presentan las pipas de girasol es una carencia de vitamina A que puede afectar a las mucosas y a la piel haciendo que los loros sean propensos a las infecciones microbianas. También son ricas en ácido linoleíco, para el cual los loros están poco adaptados y su exceso lo toleran mal.

Tampoco el alpiste o los cacahuetes deben tener una presencia significativa ya que no son del tipo de semillas que pueden encontrar en su entorno natural.

La parte correspondiente a los alientos frescos, las verduras, la fruta y también legumbres, la variedad que se les puede ofrecer es casi infinita. Salvo aguacate, cebolla, ajo y puerro, casi todo puede ser incluido. Zanahorias, escarola, pepino, calabacín, endivias, acelgas, manzana pera, albaricoque, fresas, plátano, naranja, kiwi, piña, sandía melón… serán bienvenidos crudas y lavadas. También las legumbres, aunque estas últimas es mejor ponerlas primero en remojo para que se ablanden y no estén duras.

Muchos de los alimentos frescos que se les ofrezca también sirven de estímulo para su inteligencia. Freepik

Pero más que por sus valores nutricionales, que están de sobra cubiertos en el caso de que se les dé como alimento de base el pienso, la importancia del alimentos fresco radica en que estimulan notablemente su inteligencia y su interés por buscar ya que cada una de ellas la tiene que manejar de distinta manera para poder comerla. Los sabores, formas y las texturas son muy distintas de unas a otras, por lo que la novedad diaria que suponen aumentará su curiosidad y el ejercicio de ir buscándolos beneficiará su salud y actividad mental.

Ocasionalmente, como premio, como algo extraordinario, se les puede ofrecer algún tipo de fruto seco, pero siempre en pequeña cantidad y nunca libremente. A los loros les gusta aprender y estos premios pueden ser un estímulo para ello. Deben ser de consumo rápido y muy apetentes. En este caso también debemos dejar de lado los cacahuetes por el riesgo que supone de intolerancia alimentaria.

El agua es otro elemento importante de su dieta, deben poder beber toda la que necesite. Eso sí, debe ser limpia y fresca. Hay que cambiarla todos los días y mantener muy limpio el bebedero.