Los perros, como todo los seres vivos, deben moverse y hacer ejercicio para mantenerse sanos, tanto física como mentalmente. Necesitan estímulos en su día a día para crecer y vivir de una forma equilibrada. Además es en la calle donde deben hacer sus necesidades, y varias veces al día, por lo que tampoco basta con salir por el portal una sola vez.

Esta es la gran duda de quienes se enfrentan por primera vez a la responsabilidad de convivir con un perro: Cuántas veces y durante cuanto rato hay que el perro que salir a la calle.

En primera instancia, la respuesta es que cuantas más veces y cuanto más tiempo en la calle, mejor. Para afinar más más las respuestas, hay que tener en cuenta la raza, el tamaño y la edad del animal. No es lo mismo un cachorro que un perro anciano ni un pastor alemán que un bull dog francés.

Salir a la calle es para los perro una necesidad básica con la que pueden socializar con sus iguales además de hacer ejercicio. Freepik

Un cachorro es, por un lado, una masa de energía que hay que desfogar y, por otra, un animal que aún no ha aprendido a control sus orines y sus heces. Por ello, cuando ya pueda salir de casa tras haber recibido las vacunas oportunas, tendrá que hacerlo varias veces al día, hasta cinco o seis. Pero en este caso no tienen que ser de mucho tiempo. A medida que vaya aprendiendo a hacer pis solo en la calle, los paseos se pueden alargar pero salir a la calle menos veces.

Por el contrario, un perro anciano no necesitará moverse tanto y es fácil que una vez hechas sus necesidades él mismo emprenda la vuelta a casa. A estos quizá haya que sacarlos de su pereza, pero teniendo en cuenta sus salud y su estado físico.

Las limitaciones de la vida acelerada que se lleva en la ciudades hace que son los humanos no llevar de paseo a sus perros todas las veces que les gustaría, por ello los veterinarios recuerdan que más importante que el número de veces que se salga de paseo es más importante la duración de cada paseo. Mejor tres paseos de 20 minutos que seis salidas de 10.

El paseo no es solo para aliviarse de sus necesidades fisiológicas, también es la forma de que socialice con otras personas y, sobretodo, con otros perros, sus iguales, que le estimularán a correr y a jugar, a comportarse dentro de un grupo de iguales y a hacer cosas de perros. Es la mejor forma de evitar problemas de comportamiento.

Jugar con otros perros es la mejor forma que tiene de socializar y ejercitarse a la vez. Freepik

Los expertos aclaran que sin haber un máximo idóneo de salidas, como mínimo debería ser tres, una por la mañana, otra al mediodía y la última por la noche. En principio, este mínimo vendría marcado por las propias necesidades de evacuar, ya que hacer que se aguante más podría causarle problemas de salud. Eso sí, uno de los paseos debe ser largo, más que los otros.

Ahora bien, queda dicho que la raza y el tamaño, así como su carácter, también son aspectos que hay que tener en cuenta. Así un perro grande, como un labrador o un pastor alemán este paseo largo debería ser de un mínimo de una hora; el de un perro mediano, como un perro de aguas o un pastor vasco, 45 minutos sería una buena media, y para uno pequeño, un bichón maltés o un papillón, a partir de 20 minutos tendría suficiente. El tiempo total de paseo y ejercicio debería ser para una raza grande es de mínimo dos horas, para uno mediano mínimo una hora, y para los pequeños no menos de 45 minutos.

Pero salir no solo es pasear, también deben ejercitarse, por lo que es necesario que cuenten con un espacio amplio para poder correr y saltar, pero también para explorar con el olfato y con otros perros para socializar. Un perro no debe de vivir aislado ni limitado a su familia humana, debe ser capaz de relacionarse con el mundo exterior, que le ofrecerá multitud de estímulos que le harán salir de su rutina.

Por ello es conveniente que aunque haya algún recorrido más o menos habitual, uno de ellos vaya cambiando y le ofrezca nuevos rincones que exploraR, con la posibilidad de encontrarse con otros perros y personas distintos de los de sus parque o pipicán de confianza.