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Los hermanos Pou encadenan el Pan de Azúcar y el Cristo de Corcovado

Han escalado en estilo libre y sin paradas las dos montañas más emblemáticas de brasil

Los hermanos Pou encadenan el Pan de Azúcar y el Cristo de CorcovadoCEDIDA

pamplona. Los hermanos Iker y Eneko Pou han conseguido escalar por primera vez en estilo libre y sin paradas la pared del Cristo de Corcovado y el Pan de Azúcar, las dos montañas más importantes de Brasil y de las más conocidas a nivel mundial por su espectacularidad.

Un grupo de escaladores brasileños les pusieron sobre la pista "de escalar sus dos emblemas nacionales." Algunos de ellos habían subido ya esas paredes pero siempre por separado, y sin conseguir encadenarlas enteramente en libre. A los tres días de que los Pou pisaran Brasil se pusieron a la faena: primero el Pan de Azúcar a través de la vía del Totem. "Es muy buena, está en un paraje precioso, el barrio de Urca. El cuarto largo, conocido como las lajas te aman por lo que se mueven los agarres, y el octavo, que sigue una arista de granito fantástica, son perfectos", comentaba Eneko. "Sólo encontramos un pero a esa subida: al no tener cuerdas simples, y ser tres en la cordada -nos acompañaba nuestro buen amigo Ralf Cortes-, tuvimos que encordarnos en doble con una sola Beal de 80m, lo que ralentizó mucho la ascensión. Llegamos allí a las 10 de la mañana para testar la ruta y a última hora del día salimos por la cumbre. Bajamos en el teleférico", fue la explicación de Eneko.

Tras un día de descanso, los escaladores alaveses pusieron rumbo al Corcovado acompañados nuevamente por el escalador local Ralf Cortés, quien ya anteriormente había conseguido escalar toda la ruta en libre exceptuando el segundo largo de 8a+. El objetivo de los hermanos Pou era, al igual que en el Pan de Azúcar, hacer la vía desde abajo, en libre y de tirón. Atalio del Diablo es el nombre de la ruta que les llevaría a los pies de la estatua del Cristo tras una escalada más dura y compleja que la del Pan de Azúcar. "Tras una hora de camino sobre vegetación muy cerrada, llegamos a pie de la ruta. Iker resolvió el segundo largo de 8a+ al segundo intento. El tercero era fantástico, primero desplomado y atlético para acabar en placa de adherencia. El cuarto tenía tanta vegetación acumulada que se convirtió en un peligroso jardín vertical. El quinto era muy duro, como 7c de adherencia", relató Eneko.

dificultad con el viento La dureza de la vía les obligó a tener que hacer un vivac debajo de los dos últimos largos de la ruta. Iker lo contaba así. "Nuestro tercer vivac del verano iba bien hasta que se levantó el viento. Íbamos con camiseta de manga corta y chubasquero fino y la manta térmica de Ralf no daba para los tres." El mal tiempo complicó la subida de los dos últimos largos de adherencia de hasta 7c". Pese a todo, a las once la mañana lograron llegar al Cristo Redentor entre el bullicio de miles de turistas.

Tras conseguir el reto y convertirse en los primeros en escalar en libre de un solo tirón dos de los lugares más emblemáticos del planeta, los hermanos Pou disfrutaron de Brasil como cualquier persona: playas, fútbol y surf.

Con estas ascensiones, los hermanos alaveses culminan un verano perfecto que comenzó en las frías montañas del Mont Blanc donde abrieron una nueva ruta, la bautizada como Clásica Moderna, en la vertiente italiana siguiendo la filosofía de Walter Bonatti. Como ellos calificaron, este fue "un gran paso en su carrera alpina".