Después del día de descanso, el Dakar no dio tregua. La novena especial, entre Riad y Haradh, en Arabia Saudí, fue una trampa que cazó a dos españoles. A Joan Barreda (Honda) le costó el abandono en motos y Carlos Sainz (Audi) se resistió a hacer lo propio en coches.

Carlos Sainz (Audi) rozó el abandono y ejemplificó lo que es el Dakar, un rally de resistencia.Volcó en el kilómetro 5 de la especial, su coche quedó con las ruedas hacia arriba, pudieron darle la vuelta y, según explicó la organización, los dolores torácicos le llevaron a subirse al helicóptero para irse al hospital de Riad, pero en pleno vuelo él les pidió que dieran vuelta porque quería retomar el raid. Al final, tuvo que coger la ruta de asistencia con el objetivo de reengancharse por segunda vez.

En motos, Barreda tuvo que abandonar después de una caída en el kilómetro 16 de la especial. El castellonense, que fue trasladado al hospital en helicóptero tras el accidente, se despidió así de sus opciones de conquistar esta edición del rally Dakar –era octavo (mejor español) a 7:21 del líder–.