El Skoda Superb se supera

Quien te ha visto y quien te ve. Para quienes empezamos a ser mayores de verdad y recordamos los primeros Skoda que circulaban por nuestras carreteras, antes de que la marca checa pasara a formar parte del Consorcio Volkswagen, la evolución de esta firma es sin duda de las más espectaculares e increíbles que se puedan esgrimir. De aquellos vehículos austeros, sobrios, un tanto rudos y esencialmente funcionales, sigue quedando el sentido práctico que siempre ha acompañado a los turismos de esta casa centroeuropea, pero poco más. Todo el resto de virtudes y evolución son consecuencia de situarse bajo el confortable y protector paraguas tecnológico y de producción de un grupo automovilístico líder a nivel mundial.

Y el exponente incuestionable de esta evolución es su modelo más representativo y de mayor tamaño, el Superb. La berlina checa, que sigue contando con su carrocería de tres volúmenes y cinco puertas –siempre es de agradecer disponer de portón trasero- y la correspondiente versión familiar (Combi), se actualiza con mejoras que abundan en sus contrastadas cualidades y la hacen todavía más fuerte en sus sólidos argumentos de venta. Aporta “una mejorada aerodinámica (Cx de 0,23 en la berlina y de 0,25 en el familiar), más espacio interior, con su consola despejada tras ubicar el selector de cambio en la columna de dirección, y de maletero (645 litros la berlina y 690 el familiar), merced a sus superiores largura (4,912 y 4,902 metros, respectivamente) y altura (1,481 y 1,482 metros), con menor anchura (1,849 metros en ambos casos) y la misma distancia entre ejes (2,841 metros); seis eficientes propulsores (tres de gasolina, de 150, 204 y 265 CV, el de acceso dotado de tecnología mild-hybrid; dos diésel, de 150 y 193 CV, y un híbrido enchufable de gasolina con 204 CV y una autonomía eléctrica superior a los 100 kilómetros) e innovadores sistemas de seguridad y aparcamiento, amén de seis nuevos colores de carrocería”. A destacar que los motores más potentes de gasolina, con 265 CV, y diésel, con 193 CV, cuentan con tracción a las cuatro ruedas, en tanto que todos disponen de serie de cambio automático DSG de doble embrague de seis o siete relaciones.

La cuarta generación del buque insignia de Skoda, apunta la marca, introduce “los nuevos elementos del diseño actualizado de Skoda e incluye los nuevos faros Matrix Led de 36 elementos luminosos individuales con un 40% más de potencia lumínica o el mejorado DCC Plus (Control de Chasis Dinámico Plus), ahora con las funciones de compresión y extensión de los amortiguadores separadas; un nuevo concepto de interior aún más intuitivo con Skoda Smart Dials y Head-up Display opcional, un diseño despejado y materiales sostenibles, una nueva estructura de gama con siete Design Selections (paquetes de opciones temáticas e individuales), pantalla independiente de infoentretenimiento de 13 pulgadas que facilita aún más su uso, phone box de carga rápida inductiva, asientos Ergo ergonómicos con diez cojines de masaje controlados neumáticamente o cubierta de carga de accionamiento eléctrico en la versión Combi, entre otros muchos detalles de gran turismo confortable, espacioso, familiar y viajero.

Con todas estas mejoras, en Skoda confían en seguir incrementado la presencia y prestigio del Superb, que ya antes de su cuarta generación había vendido 1,6 millones de unidades desde su lanzamiento en 2001 y recibido innumerables premios a su calidad, planteamiento y diseño automovilístico, refrendado por el éxito comercial en sus principales y exigentes mercados, los de Alemania, República Checa y Reino Unido.

Y como colofón a todo este despliegue de recursos, Skoda vuelve a rendir homenaje a sus fundadores (Václav Laurin y Václav Klement) con el acabado tope de gama L&K, que incluye una dotación de diseño, confort, terminaciones y seguridad de máximo nivel que muestra que el sentido práctico y la funcionalidad siguen estando presentes hoy en día en el modelo tope de gama de Skoda, pero también que el lujo, la sofisticación tecnológica y el placer de conducción han dado un salto a otra dimensión.