En el mundo del automóvil, más allá de las cifras están las personas, la identidad, el carácter, la historia, la deportividad y el disfrute de la conducción. El 911 es para muchos amantes de las cuatro ruedas la máquina de sus sueños, el Porsche por excelencia; y para los más puristas, el 911 provisto de motor atmosférico, con propulsión trasera y cambio manual representa la esencia, la deportividad en todo su esplendor.
Porsche logra establecer un nuevo récord en el circuito de Nürburgring con el 911 GT3 como coche más rápido con caja de cambios manual
En Porsche son perfectamente conscientes de ello, de hecho reconocen que “cada vez más clientes del 911 GT3 se decantan por la caja de cambios manual de seis velocidades. Y cada vez con más frecuencia nos preguntan cómo sería de rápido un 911 GT3 con caja de cambios manual en el Nordschleife”, explica Andreas Preuninger, director de vehículos GT de Porsche. “Ahora hemos respondido a esta pregunta y, aunque sabemos que la versión con PDK es considerablemente más rápida, hemos logrado un récord con una caja de cambios manual de seis velocidades. Incluso sin los cambios automáticos ultrarrápidos y precisos del PDK, y con un diferencial de deslizamiento limitado convencional en lugar de uno controlado electrónicamente, el nuevo 911 GT3 ha recortado unos 3,6 segundos el tiempo de su predecesor con PDK”. Además, el 911 GT3 se ha convertido en el “coche de serie con cambio manual más rápido en el circuito de Nürburgring Nordschleife al batir por más de 9,5 segundos el récord anterior, que ostentaba un competidor con un motor significativamente más potente”.
La unidad empleada para lograr este fabuloso tiempo es un nuevo 911 GT3 provisto del paquete Weissach (con llantas de magnesio y batería de iones de litio, con las que rebaja en 13 kilogramos su peso), en una tarde soleada, con una temperatura ambiente de 12 grados y 27 en la pista. El encargado de la proeza fue Jörg Bergmeister, que completó los 20,832 kilómetros del trazado sobre un 911 GT3 de 510 CV equipado con neumáticos Michelin Pilot Sport Cup2 homologados para circular por carretera, en medidas 255/35 R20 delante y 315/30 R21 detrás.
Tanto el Porsche 911 GT3 como el GT3 RS representan la esencia del automóvil deportivo concebido tanto para rodar por carretera como para pilotar en circuito
Este registro vuelve a demostrar una vez más por qué el 911 GT3 es un auténtico objeto de culto para los conductores más racing. Viene a representar la esencia de la conducción deportiva para quienes buscan lo mejor de lo mejor en un coche de serie, pero que a la vez miran de reojo, y como delatan los tiempos también muy de cerca, a los vehículos de competición. Como declaraba el piloto, “al límite el nuevo 911 GT3 inspira aún más confianza que el modelo anterior. He sido mas rápido en casi todas las curvas”. Al describir el comportamiento y la estabilidad del 911 GT3 indicaba: “Hemos aprendido mucho del 911 GT3 RS, especialmente sobre el chasis. Es mucho más estable en baches y sobre los pianos. Con la misma potencia del motor, se nota mucho más empuje del eje trasero al acelerar, gracias a la relación de transmisión un 8% más corta. Aunque el PDK de siete velocidades habría sido unos segundos más rápido, con la caja manual de seis marchas tuve que esforzarme más en la vuelta, por lo que fue aún más divertido”. Estas palabras vienen a confirmar que, por encima de las cifras y los récords, siempre debe prevalecer el placer de pilotaje, la diversión y el afán por mejorar la conduccion y los registros.
Ya sea en formato 911 GT3 (241.652 euros) o en el más radical y pensado para la pista GT3 RS (286.470 euros), este automóvil, con su motor atmosférico de cuatro litros (3.996 centímetros cúbicos), potencias de 510 y 525 CV, par motor máximo de 470 y 465 Nm, capaz de girar hasta las 9.000 revoluciones por minuto, con velocidades punta de 296 a 313 km/h, que pasa de 0 a 100 km/h entre 3,2 y 3,9 segundos, provisto de propulsión trasera y con cajas de cambios manuales de seis marchas o automáticas PDK de siete relaciones, es una máquina superlativa, una exquisitez para los amantes de los vehículos deportivos extremos. A este redactor le trae a la mente recuerdos de la primera ocasión en que se puso a los mandos de un Porsche 911, hace más de 25 años, y cómo aquel motor cuando superaba las 4.500 vueltas emitía un sonido de admisión tan poderoso que estremecía en el interior del habitáculo, mientras un servidor y su copiloto disfrutaban de aquella joya que, nacida para devorar curvas y rectas a toda velocidad, hacía su trabajo a la perfección. Y todo ello mucho más allá de las meras y frías cifras, por pura pasión.