madrid - La organización yihadista Estado Islámico destruyó ayer parte del teatro romano y el Tetrápilo de la ciudad antigua de Palmira, en Siria, según imágenes vía satélite interpretadas por el medio local Palmyra Monitor y corroboradas por la televisión oficial siria.
La destrucción fue confirmada poco después por el jefe del Directorio General de Antigüedades de Siria, Maamoun Abdulkarim. Según las imágenes, los yihadistas arrasaron tanto el proscenio como la escena del teatro, así como el igualmente histórico Tetrápilo de la ciudad, situado a escasos metros. La construcción, conformada por tres conjuntos de cuatro pilares, fue levantada durante el mandato del emperador romano Diocleciano, en siglo III.
La organización yihadista también ha destruido el templo de Baal -levantado en el año 32-, la estatua del León del Al Lat y otras ocho más desde su retorno a la ciudad, según la agencia oficial de noticias siria SANA. De hecho, las autoridades sirias habían comenzado los planes para reconstruir Al Lat antes del retorno en diciembre de los terroristas, así como varias tumbas fechadas entre los años 44 y 103.
Hace dos días, las fuerzas rusas confirmaban que las milicias de Estado Islámico habían iniciado una operación para trasladar “una gran cantidad de explosivos” a puntos históricos de la ciudad, elegida como Patrimonio de la Humanidad en 1980, para destruir sus monumentos, según el jefe del Directorio para Operaciones del Estado Mayor del Ejército ruso, el general Sergei Rudskoy.
El Gobierno sirio y sus aliados recuperaron con la ayuda de las Fuerzas Aéreas rusas la ciudad el pasado mes de marzo, solo para acabar perdiéndola de nuevo tras una ofensiva relámpago de los yihadistas a finales del año pasado.
Desde que volvió a hacerse con el control de la ciudad, Estado Islámico ha usado el teatro para ejecutar al menos a 25 combatientes del Gobierno sirio, según la ONG Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.
limpieza cultural La directora general de la UNESCO, Irina Bokova, calificó de “nuevo crimen de guerra” la destrucción del teatro romano y del Tetrápilo de Palmira. “Esta destrucción es un nuevo crimen de guerra y una pérdida inmensa tanto para el pueblo sirio como para la Humanidad”, declaró Bokova.
“Es un nuevo golpe contra el patrimonio cultural”, añadió, “que se produce horas después de que la UNESCO haya recibido informaciones de ejecuciones en masa en el teatro, lo que demuestra que la limpieza cultural que lideran estos extremistas violentos persigue tanto la destrucción de las vidas humanas como de los monumentos históricos para privar al pueblo sirio de su pasado y de su futuro”.
“Ya no sé qué decir, simplemente estoy conmocionado. Está volviendo a pasar”, declaró Maamoun Abdulkarim, jefe del Directorio General de Antigüedades de Siria, que agregó que “había rezado para que al menos dejaran el teatro tranquilo”. “Estamos hartos de tener que aguantar esta tragedia. Esos bárbaros de Estado Islámico son capaces de destruir todo si les dieran los recursos necesarios”, lamentó Abdulkarim. - E.P.