El recuento de votos de las elecciones presidenciales de Estados Unidos está dando lugar a una carrera muy ajustada entre Donald Trump y Joe Biden. El demócrata tiene una ligera ventaja, pero el republicano ha ganado ya varios estados clave y registra una tendencia favorable.

El resultado definitivo todavía está lejos, pero los candidatos ya están haciendo declaraciones. Biden ha pedido "mantener la fe" y ha declarado que la contienda no habrá acabado "hasta que cada voto esté contado".

En un encuentro con simpatizantes en el exterior del Chase Center de Wilmington (Delaware), ha señalado que es optimista sobre poder ganar Wisconsin y Michigan, todavía en el aire, aunque "puede llevar tiempo" declarar su victoria, sobre todo, por los retrasos en Pensilvania.

Sin embargo, el presidente estadounidense sigue agitando el fantasma del fraude electoral y ha acusado a la oposición demócrata de "intentar robar" las elecciones.

"Tenemos una GRAN ventaja, pero ellos están intentando ROBAR las elecciones. Nunca les dejaremos hacerlo. ¡Los votos no pueden emitirse una vez cierran las urnas!", ha escrito en su cuenta de Twitter, sin aportar pruebas de su acusación.

Twitter etiquetó de inmediato el tuit de Trump con un comentario que indica que "parte o todo el contenido" del mensaje "está disputado y podría dar lugar a malentendidos sobre unas elecciones u otro proceso cívico".

"Este es un fraude al pueblo"

Y poco después, se ha autoproclamado ganador y ha asegurado que recurrirá al Tribunal Supremo para denunciar un "fraude" en su contra. "Este es un fraude al pueblo estadounidense. Nos estábamos preparando para ganar estas elecciones. Francamente, hemos ganado estas elecciones", ha declarado desde la Casa Blanca.

"Iremos al Tribunal Supremo. Queremos que pare todo el proceso de votación. No queremos que encuentren papeletas a las cuatro de la mañana y las añadan al desastre", ha subrayado el presidente.

La campaña de reelección de Trump ha cuestionado agresivamente los procedimientos establecidos en algunos estados clave, como Pensilvania, para aceptar y contar aquellos votos por correo que lleguen después del día de las elecciones, es decir, de este martes.

"En cuanto se acaben las elecciones, vamos a entrar con nuestros abogados", dijo Trump el domingo en referencia al recuento en Pensilvania, donde serán válidos los votos por correo que se reciban en los tres días posteriores a este martes.

El mandatario y su campaña han allanado el terreno para posibles juicios desde hace meses, al sembrar desconfianza en el voto por correo -a pesar de que no hay pruebas de que pueda llevar a un fraude generalizado- e insistir en que el resultado que debería contar es el de la noche electoral.

Trump está siguiendo los resultados desde la Casa Blanca, en una fiesta con al menos 200 invitados de su campaña, y planea hacer una declaración pública de madrugada.