El ex primer ministro británico Boris Johnson ha reconocido haber inducido al engaño a la Cámara de los Comunes, aunque no de manera intencionada, cuando declaró sobre las fiestas en el 10 de Dowing Street en plena crisis sanitaria provocada por la pandemia, en el marco del caso conocido como 'Partygate' y que acabó por acelerar su dimisión.

"No engañé intencionada o imprudentemente a la Cámara el 1 de diciembre de 2021, el 8 de diciembre de 2021 ni en ninguna otra fecha", ha dicho en la defensa escrita enviada al comité parlamentario que investiga su gestión de aquella crisis y que se ha publicado este martes, un día antes de que tenga que comparecer ante la misma.

"Acepto que la Cámara de los Comunes fue llevada a engaño por mis declaraciones de que las reglas se habían seguido completamente en el número 10, pero cuando se hicieron las declaraciones, se hicieron de buena fe y sobre la base de lo que honestamente sabía y creía en ese momento", se ha justificado Johnson.

En ese sentido, Johnson ha asegurado que "no hay evidencia alguna" que respalde que él engañó "intencionada o imprudentemente a la Cámara" y que de echo sí hay pruebas de que quienes trabajaban en ese momento en Dowing Street creían "honestamente" que se estaban siguiendo las reglas de las autoridades sanitarias.

A lo largo de su defensa, Johnson ha hecho referencia a algunas de las reuniones que se celebraron en la que era su residencia oficial y que estuvieron en el punto mira por la situación sanitaria de ese momento, como la de su cumpleaños, el 19 de junio de 2020, o aquella del 20 de mayo de ese mismo año en el que acudieron una treintena de personas.

En lo que respecta a la primera, Johnson sostiene que "nunca" se le ocurrió que estarían rompiendo las normas, pues no fue "una pequeña reunión" en la que todos sus asistentes vivían y trabajaban en el mismo edificio. "Fue un almuerzo con sándwiches. No me avisaron de antemano, no se comió pastel y nadie cantó 'cumpleaños feliz'", ha dicho.

En la segunda, un evento al que acudieron unas 30 personas de cerca de las cien que recibieron la invitación, Johnson ha alegado que se trataba de "una reunión al aire libre socialmente distanciada para impulsar la moral del personal y el trabajo en equipo después de lo que había sido un período muy difícil", según ha informado la BBC.

"Desde mi punto de vista, era una oportunidad de agradecer al personal y levantar la moral era esencial para los fines laborales", ha dicho Johnson de un evento al que asistió "meno de media hora" y que, según una investigación de la Policía Metropolitana de Londres, no violó las reglas vigentes en ese momento.

El 'Partygate' acabó por acelerar la dimisión de Johnson el pasado 6 de septiembre de 2021, en medio de las presiones de sus propios compañeros ante el descrédito que iba adquiriendo el Partido Conservador por este y otros escándalos bajo su mandato.

En caso de que este comité parlamentario --presidido por la laborista Harriet Harman aunque con mayoría conservadora-- que investiga lo ocurrido aquellos meses de pandemia en la residencia oficial de Downing Street considere que Johnson mintió a sabiendas a la Cámara de los Comunes, podría recomendar sus suspensión y despojarle así de el escaño que ocupa actualmente por la circunscripción de Uxbridge, en el noroeste de Londres.