PAMPLONA. El Ayuntamiento de Pamplona ha concedido la Medalla de Oro de la Ciudad a la Comparsa de Gigantes y Cabezudos que el año que viene cumplirá su 150 aniversario. Así lo ha aprobado por unanimidad la Junta de Portavoces reunida esta mañana. En los próximos días se determinará la fecha de entrega de este galardón, ha informado el Consitorio pamplonés en un comunicado.

La Comparsa de Gigantes y Cabezudos de Pamplona cumple el año que viene siglo y medio de existencia. En 1860 el Ayuntamiento encargó al escultor Tadeo Amorena la construcción de 8 Gigantes que representaran a los cuatro continentes o razas que en esa época se conocían: blanca, amarilla, moro-negra e indio-americana (Europa, Asia, África y América). Esta corte de reyes, precedida por su escolta de cabezudos, kilikis y zaldikos, en total 25 figuras de cartón piedra, forman en la actualidad la Comparsa.

Los gigantes son las figuras más conocidas y más antiguas. Miden entre 3,85 y 3,90 metros y su peso puede oscilar entre los 59 y los 64 kilos. Sobre el bailador alcanzan los 4,20 metros. Los nombres de los monarcas son: Rey Europeo: ‘Joshemiguelerico’; Reina Europea: ‘Joshepamunda’; Rey Africano: ‘Selim-pia Elcalzao’; Reina Africana: ‘Larancha-la’; Rey Americano: ‘Toko-toko’; Reina Americana: ‘Braulia’; Rey Asiático: ‘Sidi abd El Mohame’; Reina Asiática: ‘Esther Arata’.

Los kilikis representan al cortejo de ediles y su misión es asustar y divertir a los niños. Estas seis figuras, de cabeza más pequeña que los cabezudos, van armadas con unas vergas de espuma con las que golpean a pequeños y mayores. ‘Coletas’ y ‘Barbas’ son los más antiguos, ‘Caravinagre’ el más conocido y ‘Napoleón’, ‘Verrugas’ y ‘Patata’ completan el sexteto.

Los cabezudos preceden a los gigantes y son los serios de la comitiva porque no bailan y caminan muy dignos. Llaman la atención por sus enormes cabezas, de hasta 2 metros de perímetro. Las cinco figuras, el ‘Alcalde’, el ‘Japonés’, la ‘Japonesa’, el ‘Concejal’ y la ‘Abuela’, fueron compradas en 1890. Completan la comparsa los seis zaldikos, mitad humanos, mitad caballos, que también persiguen con sus vergas a los más pequeños.