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¿Qué pasa en Bienestar Social?

Teniendo en cuenta los intereses que impulsan a quienes ostentan el poder en la Administración municipal y lo que la experiencia nos muestra, sabíamos que los recortes en la prestación de servicios a la ciudadanía y en las condiciones de trabajo del personal del Ayuntamiento serían casi las únicas medidas que iban a adoptar para "paliar la crisis".

Es un hecho evidente que quienes se encontraban en situaciones de desprotección social están viendo agravadas sus condiciones de vida y al mismo tiempo aumenta el número de personas que se encuentra con pocos recursos para mantener una vida digna.

El aumento de las situaciones de desprotección tiene una incidencia directa en la demanda de prestaciones en los servicios del Área de Bienestar Social del Ayuntamiento de Pamplona, en las ayudas directas y en las ayudas gestionadas por estos servicios públicos. Consecuencia de ello se genera una sobrecarga de trabajo para el personal que atiende estos servicios, ya anteriormente insuficiente, y alarga los plazos de atención y de respuesta.

El Ayuntamiento responde privatizando prestaciones y haciendo recortes en los equipos. Ahora toca eliminar los apoyos en Bienestar Social y rescindir los contratos de gestión a los equipos actuales, en prestaciones sensibles como los programas A Cubierto, Atención en Calle a Personas sin Hogar, Intervención Familiar y Date una Oportunidad.

La frustración debida a la falta de correspondencia entre necesidades y expectativas de los usuarios con las prestaciones efectivas provoca que se den situaciones de tensión en el ejercicio del trabajo que, aunque en algún aspecto no sean novedosas, se muestran con más intensidad y frecuencia.

En los últimos dos meses se han producido, al menos tres agresiones en otras tantas Unidades de Barrio. Ante la falta de un protocolo específico contra las agresiones externas, se han tomado pocas e inadecuadas medidas, a nuestro juicio.

La falta de liderazgo, la deficiente implicación de las jefaturas, el poco reconocimiento de la labor realizada por las profesionales, la deficiente gestión de la organización del trabajo, el estilo de gestión rígido o la insuficiencia de las prestaciones tiene consecuencias para nuestra salud, para la eficacia de nuestro trabajo, para nuestras condiciones laborales y, sobre todo, para la prestación de un servicio de calidad.

El acoso en el trabajo a quien disienta de estas formas de proceder no puede tolerarse en ningún caso. Hemos asistido a una investigación en este sentido por un posible caso que el Instituto Navarro de Salud Laboral (INSL) notificó al Servicio de Prevención de Riesgos Laborales del Ayuntamiento, que emitió el informe solicitado. Tenemos la convicción de que el informe no ha llegado al fondo del asunto por el cargo que ostentan las personas señaladas por el trabajador. En cualquier caso, el informe del INSL dice en su primera consideración "que hay evidencia suficiente para considerar que el proceso por el que se consulta tiene su origen en un conflicto laboral a raíz de la nueva organización del Área de Bienestar Social y Deporte del Ayuntamiento de Pamplona".

Y concluye: "Entendemos, además, que este Servicio de Prevención (el del Ayuntamiento) podría tutelar la normalización de las relaciones laborales en la Unidad y evitar nuevas tensiones que pueden propiciar daños a la salud de los trabajadores/as".

El informe del INSL está firmado el 2 de julio de 2009. ¿Alguien sabe algo de las medidas adoptadas, de su aplicación y seguimiento o de la valoración de su eficacia?

Lo único cierto es que han dado el alta forzosa a la persona que está padeciendo esta situación y al incorporarse al trabajo la dirección le notifica que "por su salud" le trasladan de lugar de trabajo. Además obligan a otra trabajadora a ocupar su puesto. Resultado, castigo añadido y por partida doble.

Es una situación que tendrá también consecuencias nefastas en las relaciones y en el entorno de trabajo y puede convertirse en práctica habitual si se demuestra eficaz para los fines que persigue.

El colectivo de trabajadores se ve afectado por estos problemas y la búsqueda de soluciones ha de ser colectiva. La respuesta individual a las innumerables dificultades con las que nos encontramos en el trabajo sólo permite salir del paso sin resolver las causas y, en definitiva, agravar la situación y perpetuarla.

* Delegado de LAB en el Ayuntamiento de Pamplona