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Se instala en Alsasua una máquina expendedora de leche fresca

los promotores son los hermanos aberri y urtzi barandalla, ganaderos de etxarri aranatz

Se instala en Alsasua una máquina expendedora de leche frescaNEREA MAZKIARAN

alsasua. La villa, y Sakana en general, cuenta desde ayer con una máquina expendedora de leche pasteurizada donde al precio de un euro el litro se puede adquirir leche de la de antes. Y es que tradición y modernidad se unen en esta iniciativa, leche directamente del productor pero a través de una moderna máquina que garantiza las condiciones sanitarias del producto además de máxima calidad.

Los artífices son los hermanos Aberri y Urtzi Barandalla, de Etxarri Aranatz, que también elaboran desde 2005 queso y yogures con la marca Jeingenekoa. "Nos hemos criado entre vacas y queremos seguir pero veíamos que vendiendo la leche a la central no es viable, a no ser de que tengas una macro explotación", explicaba ayer Aberri Barandalla. La suya es de unas cien cabezas, con 50 vacas ordeñando. La producción diaria es de unos 1.500 litros.

Para dar salida a la leche sobrante y ofrecer un producto de calidad, han puesto en marcha este proyecto, siendo los segundos ganadores en Navarra. "También veíamos que no se cumplía del todo nuestra filosofía de consumo, de la tierra al consumidor", observó. La idea surgió hace tres años en un viaje a Italia, donde estas máquinas están muy extendidas. Materializar este proyecto ha exigido una inversión de unos 50.000 euros, 36.000 para la expendedora.

Su funcionamiento es sencillo, como explicó ayer una y otra vez Barandalla. Era día de mercadillo y además lució el sol, con gran afluencia de personas. Muchas se detuvieron frente a la máquina, situada en la plaza de San Juan, formándose grandes colas.

Si bien el litro vale un euro, se puede adquirir menor cantidad, saliendo leche en función del dinero introducido. Después, inclinando un poco la botella para que no salga espuma, se pulsa el botón y sale el producto a cuatro grados. "Si no se da está temperatura, la máquina se para", observaba Barandalla. Para los que no dispongan de recipiente, la misma máquina ofrece la oportunidad de comprar botellas, de plástico o cristal, al precio de 50 céntimos.

La máquina, instalada en una caseta estilo rústico, cuenta con un depósito de 300 litros, que una vez acabado avisa al ganadero que debe reponerlo. Se trata de leche fresca, recién ordeñada, que en el frigorífico aguantará varios días. Al ser pasteurizada, no es necesario hervirla para su consumo.