Los trabajos para acabar definitivamente con el incendio forestal declarado en Carcastillo el pasado sábado por la tarde siguen activos este jueves. Durante la noche, brigadas de bomberos de los parques de Tafalla y Peralta han permanecido en la zona para contener el avance de las llamas.

Con el relevo realizado a primera hora, nuevos equipos se han desplegado en el perímetro afectado para llevar a cabo labores de refresco y control de los puntos calientes, con el objetivo de evitar reactivaciones.

Las autoridades recomiendan mantener la precaución en las áreas próximas al incendio y recuerdan que la colaboración ciudadana es clave en la prevención de emergencias forestales.

El incendio forestal de Carcastillo ha afectado a una superficie total de 220 hectáreas, según los datos del Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra. La mayoría de ellas, 182 hectáreas, corresponden a pino carrasco o pino de Alepo, tanto de repoblación como monte natural.

El Gobierno de Navarra señaló ayer que “en este momento los recursos de Bomberos de Navarra están centrados en extinguir el incendio de Carcastillo”, que se da por controlado, pero que “cualquier otro incendio sería una situación de verdadera alarma”. Por ello recalca la “llamada de atención a la responsabilidad y a la precaución. Estamos en vísperas de un puente, todos nos queremos mover, en Navarra hay muchas fiestas”, pero ha pedido “responsabilidad” ya que “la acción de una persona puede conllevar el problema de todos y todas”. 

Navarra flexibiliza las labores agrícolas por la tregua de la ola de calor

El Gobierno de Navarra autorizó ayer, y hasta hoy a las 20.00 horas, las labores agrícolas de cosechado, pero no el empacado, también en zonas de secano ante la mini tregua de la ola de calor, con una bajada de las temperaturas máximas. 

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Fotos de la lucha contra el fuego en Carcastillo este lunes 11 de agosto Unai Beroiz

Según explicaron ayer tras una reunión del Consejo Asesor de Emergencias (CAE), la consejera de Interior, Función Pública y Justicia, Amparo López, y el consejero de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, José María Aierdi, el episodio de altas temperaturas “nos presenta una ventana de oportunidad, con temperaturas más bajas y condiciones algo más favorables, por lo que a la vista de la información de la Aemet (Agencia Estatal de Meteorología) hemos considerado oportuno modificar la orden foral que intensificaba las restricciones” relacionadas con las labores agrícolas. 

En este sentido, “se autoriza desde hoy hasta mañana a las 20.00 horas el cosechado”, con la obligatoridad de “notificar el inicio y cierre de la actividad para saber dónde se desarrollan este tipo de actividades” a SOS Navarra, de cara a “tener conocimiento de las mismas” para la disposición de medios en caso de incendio. 

En este periodo, sin embargo, se mantiene las restricciones a las labores de empacado de paja en secano y a los trabajos que impliquen soldaduras o cortes de elementos metálicos en suelo no urbanizable en toda la geografía de Navarra, ante el citado riesgo extremo de incendios. 

El campo teme pérdidas importantes por las olas de calor

Por otro lado, ante la oleada de incendios que está golpeando al país en los últimos días, el sector agrícola y ganadero español teme una numerosa lista de daños como consecuencia de las olas de calor, entre los que destaca la reducción de la próxima cosecha olivarera, a los que suma las pérdidas de pastos, las colmenas o de las tierras quemadas por los actuales incendios.

Olas de calor como la actual pueden provocar una merma de frutos del olivar e incluso de las viñas, reducir la producción de tomate para industria y trastornar los calendarios de cosecha de cereales y frutas, según declararon a EFE fuentes de las organizaciones agrarias Asaja, COAG, UPA y Unión de Uniones.

Pero al evaluar las altas temperaturas tienen presente que también han podido contribuir al origen de los incendios que arrasan el monte en una parte importante del país.

Entre las producciones que pueden verse afectadas se encuentra la olivarera. La reducción de la próxima cosecha por no poder engordar adecuadamente el fruto de la aceituna es una de las consecuencias más notables de las olas de calor, según el responsable de este cultivo en la ejecutiva de COAG, Javier Fatás, y el secretario de agricultura de UPA, Ignacio Huertas.

Los olivos tienen estrés hídrico y si siguen las altas temperaturas, el sector teme que la aceituna tenga calibres más pequeños, lo que puede afectar a la producción de aceite.

En el viñedo, Fatás explicó que en las vides con estado más avanzado la maduración de la uva puede producirse por “deshidratación” por pérdida de agua, en lugar de una maduración fenólica, lo que puede mermar la cosecha.

Fatás también señaló que el calor ha adelantado la recogida de patata en Castilla y León, la más tardía, que se guarda después para todo el invierno y la primavera. También se adelanta la recogida de variedades de peras o melocotones que deberían haberse recolectado en septiembre, lo que aumenta la competencia e implica un problema de mano de obra.