Un estudio desestima dragar el cauce del Ebro como método para evitar los daños por inundaciones
supondría extraer 186.850 metros cúbicos de tierra en 4,2 kilómetros de cauce La empresa que hizo el informe dice que se podría generar un impacto ambiental "alto" sobre el medio fluvial
buñuel. Pese a lo que durante años se ha venido afirmando, el dragado del río Ebro no sería una buena solución para evitar los daños que se producen en las inundaciones dado que no sólo su realización "tendría escasa importancia" en situación de avenidas sino que, de llevarse a cabo, podría generar importantes cambios y daños, tanto en el medio ambiente como en la dinámica del río. Así se señaló ayer en una reunión que tuvo lugar en Buñuel, donde se informó a 75 personas (elegidas por los municipios de Fontellas, Ribaforada, Fustiñana, Cabanillas y Buñuel) de las medidas sugeridas para mitigar los daños en las riadas.
En este proceso, liderado por el Gobierno de Navarra y los ayuntamientos, se determinará cuáles son las opciones más viables dentro de las propuestas realizadas por el Centro de Recursos Ambientales de Navarra. Es la primera ocasión en la que se busca la participación de los ayuntamientos para estudiar medidas de este tipo y el proceso concluirá el 14 de enero para después darlas a conocer a la Confederación Hidrográfica del Ebro.
Las propuestas de las actuaciones se centran en cinco acciones: dragar la acumulación de gravas, ampliar la mota derecha e izquierda desde Fontellas a Buñuel y las transversales que se realizaron en Buñuel tras la riada de 2003, mantener limpios algunos barrancos que causan daños en poblaciones, retranquear las motas (defensas del río) y definir varias zonas de inundación controlada en tierras de poca riqueza agrícola.
Pese a que una de las acciones es el dragado, un informe elaborado por la firma Tragsatec asegura que aunque históricamente es una medida que ayuda a mejorar la capacidad de evacuación del cauce la capacidad aumentaría sólo en 5 centímetros en el 90% del tramo del río, por lo que ponen en duda la efectividad de esta medida. Según sus cálculos supondría una extracción de 186.850 metros cúbicos de sedimentos que habría que retirar de los 4,2 kilómetros que separan Fontellas de Cortes.
Además en el documento se asegura que "los cambios bruscos en la forma del cauce, en su trazado o en puntos determinados debido al dragado, producen un desequilibrio del tramo afectado y también aguas abajo y aguas arriba. Este desequilibrio puede llegar a modificar la dinámica vertical en el cauce". Por este motivo se decidió "desestimar" el dragado, en términos generales, "como una alternativa a utilizar en este tramo del río Ebro.
Las acciones que propone esta comisión cuentan también con una estimación presupuestaria que supera los 2 millones de euros aunque alguna de ellas está todavía sin valorar.