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El tranvía de "El Irati" en el Paseo de Sarasate, 1922

El tranvía de "El Irati" en el Paseo de Sarasate, 1922

En 1922 la población pamplonesa, tradicional, catolicísima y carlistona, pensaba probablemente que el nombramiento del lombardo Achille Ratti como nuevo papa, bajo el nombre de Pío XI, habría de ser el acontecimiento más relevante del año. Y pasaba por alto o relegaba a un segundo plano sucesos del año como el golpe de estado de Kemal Ataturk, que finiquitaba el imperio otomano al implantar el estado laico y declarar el fin del sultanato, o la proclamación oficial de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas en Moscú, o incluso la llamada Marcha sobre Roma, de la que se derivó la decisión del rey Vittorio Emanuele III de encargar la formación del gobierno a un ex-maestro y ex-socialista llamado Benito Mussolini. Hasta es posible que el hallazgo arqueológico más importante de todos los tiempos, es decir el descubrimiento de la tumba de Tutankamon en el egipcio Valle de los Reyes, a cargo de Howard Carter y Lord Carnarvon, acaecido el 4 de noviembre de este año, no ocupara sino algunas pocas líneas en los periódicos navarros de la época.

En la fotografía podemos ver una escena cotidiana de aquella Pamplona de 1922. El tranvía conocido como El Irati, proveniente de la avenida de San Ignacio y la Plaza del Castillo, ha detenido su marcha en la parada situada en el Paseo de Sarasate, antes de proseguir su camino hacia la Taconera y la salida de la ciudad.

HOY EN DÍA el Paseo de Sarasate no ha cambiado en lo esencial, aunque la evolución devenida por los 88 años transcurridos ha dejado su poso, con el aumento del tráfico rodado, la imperiosa necesidad de aparcamientos, los nuevos servicios, los nuevos materiales constructivos y el nuevo mobiliario urbano. En el tramo de edificios que aparece en la imagen, en concreto, han desaparecido el primero y el último de los inmuebles. La llamada Casa Alzugaray, que abría la manzana frente a la Audiencia, y la llamada Casa Navasal, que la cerraba, junto a la iglesia de San Nicolás.

En cuanto a El Irati, fue un servicio de tranvías creado en el año 1911 para unir Sangüesa y Pamplona por ferrocarril. El Paseo de Sarasate acogió la terminal pamplonesa hasta 1930, momento en el que pasó a ser una parada más, y la estación propiamente dicha se trasladó al Rincón de la Aduana, ante la Taconera y junto a la iglesia de San Lorenzo. Por fin, en 1946 y tras 35 años de existencia, el servicio de tranvías se suprimió y las vías fueron retiradas del pavimento. A día de hoy, el Paseo de Sarasate sigue siendo un importante nudo en la red de transportes de la comarca de Pamplona, pero en la actualidad este servicio radica en las villavesas, que es como en Pamplona el pueblo soberano ha denominado siempre a los autobuses urbanos, para asombro y extrañeza del resto el mundo.