Este próximo jueves se estrena en Iortia Kultur Gunea el musical Zurekin galduta betiko! en el que participan 78 alumnos y alumnas de 4º de ESO del Instituto de Altsasu, un proyecto multidisciplinar en el que han trabajado a lo largo del este curso. Las entradas se pueden adquirir en la taquilla de Iortia o a través de su página web al precio de 5 euros. Se realizarán dos pases, por la mañana para el alumnado del centro y por la tarde abierto al público general, a las 17.00 horas.
Los mimbres de este montaje son un viaje de estudios, los peligros de las redes sociales y una historia de amor. Y es que el argumento se articula a partir de un viaje de estudios a Andalucía. Pero durante una de las excursiones unas fotos publicadas por dos alumnas siembran el caos, lo que da pie a que los estudiantes reflexionen sobre los peligros de las redes sociales, la diversidad o el medio ambiente.
Con música en directo, el alumnado se atreverá a bailar, cantar y meterse en la piel de otros personajes en un espectáculo lleno de color, diversión y contenido social que fusiona música, teatro y danza. A lo largo de una hora, se podrán escuchar once canciones y otras tantas coreografías de temas conocidos adaptados y traducidos para la ocasión, tanto de música vasca como internacional de diferentes estilos y ritmos.
La idea surgió el pasado curso, según recuerdan Iñigo Aldunate y Olatz Andueza, profesores de música del instituto. “Se formó un grupo motor con el din de poner en marcha el proyecto a partir de septiembre. Viene de un proyecto multidisplinar anterior, una revista digital, pero se quedaba en el centro”.
Estos docentes se han encargado de la selección del repertorio y de los ensayos, mientras que los de euskera han escrito el guion y adaptar las canciones en clase. También se unieron al proyecto profesores de plástica para preparar la escenografía. “El alumnado ha participado en todo el proceso.En general está motivado, sobre todo ahora que se han unido las escenas que se han trabajado en tres grupos. Algunas personas se han implicado mucho. Ha sido una experiencia bonita pero también dura. Hemos aprendido todos y todas”, destacan.
Así, poco a poco, el musical ha cogido forma. “Lo más difícil ha sido unir las piezas del puzle. Es un proyecto nuevo y estamos contentos con el resultado”, apunta Hiart Leitza, responsable de comunicación del instituto. Al respecto, destaca que se trata de una iniciativa con vocación de continuidad. “Ha nacido para quedarse”, asegura.