y lo que cae, beneficio

AHORA se cumple siglo y medio del nacimiento de una de las personalidades más relevantes que el Valle de Baztan ha dado desde ese tiempo (1860) hasta la actualidad, Braulio Iriarte Goyeneche. Nacido en la casa Martindenea, en el barrio de Txokoto de Elizondo, hijo del elizondarra Juan Pedro Iriarte Echeverría y de la arizkundarra Catalina Goyeneche Landa, una modesta familia de labradores, es considerado como uno de los precursores de la industrialización mexicana.

Con sólo 17 años ya estaba en México trabajando de ayudante de panadería, para enseguida independizarse y llegar a ser uno de los más destacados y acaudalados empresarios del país azteca. Entre otras, fue promotor y el mayor accionista de Levaduras Leviatán y Flor, que fundó en 1913 y fue la primera empresa fabricante de levadura para elaboración de pan de México, con los también baztandarras Fermín Echandi y Juan Oteiza del Molino Euskaro (1903) y con dos sobrinos (Agustín Jauregui y José Larregui, de Elizondo y Elbete respectivamente) del Molino Beti-Ona de Veracruz, además de llegar a ser presidente del consejo de administración del banco de Crédito Español de México.

En la Revista de Estudios Sociales de Bogotá, el sociólogo Robert Weis, como otros antes, se pregunta cómo es posible que una "sociedad (Baztan) poco productiva, atada por costumbres y con una jerarquía ascriptiva" pueda generar tantos empresarios y de tanto éxito para el Nuevo Mundo. La clave, afirma, se encuentra en el funcionamiento interno de sus comunidades en la geografía, los patrones de herencia, la socialización familiar que atribuye a su ascendencia vasca.

Los nuevos propietarios de las panaderías de la ciudad de México, como en el caso de Braulio Iriarte que llegó a poseer más de 80 panaderías, "se valieron de redes familiares y de una solidaridad étnica para integrar y expandir las estructuras de organización del complejo trigo-harina-pan". De la influencia de don Braulio en la industrialización mexicana nos da idea el reciente reconocimiento por la cadena CNN (21 septiembre 2010), con ocasión del bicentenario de la insurgencia y el centenario de la revolución, de ser uno de "los 20 empresarios más importantes, los hombres de negocios que más influteron en la historia económica del país".

Con todo y su extraordinaria actividad empresarial, Braulio Iriarte es curiosamente aún más conocido por haber sido el fundador de Cervecería Modelo, que presidió también durante sus primeros ocho años de existencia, desde 1922 hasta 1930, a la que en la actualidad se le reconoce una quinta parte de la cuota de mercado mundial de la cerveza.

Produce, entre otras marcas, la popularísima Coronita, con su clásico botellín de vidrio transparente y la corteza de limón con la que se presenta. Falleció el 25 de junio de 1932 y el pueblo de Elizondo rezó por el alma de "tan buen hijo como excelente elizondarra".