La convocatoria registró una destacada participación gracias al concurso de las comparsas de Buñuel, Irurtzun, Chantrea y Legazpi, que apoyaron a sus homólogos de Barañáin. José Ramón Bernaldo de Quirós, actual presidente de la comparsa de Barañáin, agradeció el hermanamiento establecido con las comparsas y especialmente la presencia del público que se dio cita.
Como es tradicional, las comparsas de gigantes y cabezudos fueron acompañadas por los gaiteros y txistularis de Barañáin, que interpretaron el baile Akelamendi. Uno de los gaiteros de Ezpeluz se confesó "emocionado". "Llevamos 16 años creando música en nuestra escuela y hoy hemos decidido tocar para que los gigantes puedan bailar al ritmo de nuestros txistus", explicó.
El recorrido de las comparsas comenzó en la plaza Consistorial, siguió por la avenida de los Deportes, la avenida Central, y la calle de Don Pedro Bidagor, y finalizó en la plaza donde se inició. Tuvo una duración de dos horas y para "reponer fuerzas", tanto gaiteros como quienes llevaron los gigantes almorzaron en el Bar Alegría.
La participación más destacada fue la de los cuatro gigantes; Beriniano, Beriniana, Pastor y Pastora, que bailaron con los gigantes de las comparsas invitadas para "afianzar su unión". Asimismo, el hermanamiento fue sellado con una comida en la prestigiosa Sidrería Saralegui.
Fueron unas fiestas, por una parte, dirigidas a los niños, ya que como todos los años contaron con unos hinchables y un encierro infantil. Sin embargo, para los más mayores hubo vaquillas y un espectaculo musical durante toda la noche. Además, como todos los años, tuvo lugar la tradicional procesión, que comenzó desde el Ayuntamiento de Barañáin y que finalizó en la parroquia Santa María Madre de la Iglesia.
Durante todas las fiestas reinó el buen ambiente en las calles de Barañáin. Lusarreta quisó agradecer que fueran "unas fiestas muy participativas". Además, desveló que llevan "tres meses ensayando los bailes, dos veces por semana, para conseguir bailar a los gigantes, sin cometer ningún error".
Respecto a las incidencias, Ignacio Lusarreta, componente de la comparsa, concluyó que se sentía "muy contento" porque no hubo ningún "conflicto", y también agradeció el hecho de que todos los voluntarios que participaron hicieran "el esfuerzo de levantarse todos los días y ayudarnos en nuestro proyecto".
En definitiva, muchas de las personas que asistieron al acto y se vieron envueltas en la celebración coincidieron en que fueron unas fiestas plagadas de "emoción" y de "unión", que finalizaron a las 00.00 horas con el Pobre de Mí, seguido de un espectáculo musical y una verbena con la discomóvil.