igantzi. El Palacio de Irisarri de Igantzi, cuyo origen se sitúa en los siglos XI-XII, y la finca que lo rodea, acogerán un complejo de turismo y de ocio que está siendo promovido por la empresa Canteras de Yanci y ha obtenido la declaración ambiental favorable. El proyecto contempla la restauración de la antigua casa-palacio para convertirlo en hotel-apartamento, la creación de 20 unidades de alojamiento disperso, adecuación de naves ganaderas para usos relacionados con actividades agropecuarias, turísticas y de ocio.

Igualmente, está prevista la adecuación y posible ampliación exterior de una borda para convertirla en vivienda particular, la adecuación de una calera y la adaptación del espacio necesario para aparcamientos, sobre una superficie que ocupa unas 75 hectáreas. El acceso se realizará por una pista reformada desde la carretera NA-4020, en el límite municipal entre Arantza e Igantzi, y la circulación por caminos interiores quedará restringida a partir del aparcamiento de la entrada a los clientes de las unidades hoteleras y a los vehículos de servicio del complejo.

El proyecto surgió al desestimar los actuales propietarios de la finca su uso como zona de extracción de piedra y considerar el valor que la casa-palacio de Irisarri podía tener como alojamiento turístico rural. El inmueble, conocido en Igantzi como palacio, es una casa noble, blasonada, con tejado a cuatro aguas, de 300 metros cuadrados de planta aproximadamente y cuatro alturas.

En su estado actual, el palacio de Irisarri que corresponde a la tipología tradicional de casa-palacio noble de la comarca, mantiene la prestancia exterior de su construcción aunque muestra un cierto estado de ruina. Interiormente su largo abandono ocupacional y las humedades han deteriorado casi completamente su armazón tradicional de madera, y en el edificio destaca el sabai (desván) por el espectacular entramado que presenta en su estructura de madera de roble.

La naturaleza será la protagonista del proyecto en un espacio particularmente bello, y el alojamiento se plantea entre los apartamentos a construir en el palacio (unos 20) y las cabañas (se proyectaban diez en un principio) que se repartirán por la finca y el bosque, en el que se evitará la afección al arbolado de especial interés. Y en la nave ganadera a la entrada de la finca de grandes proporciones (1.600 m2) y sin uso, se creará un espacio de acogida, servicios e instalación de actividades de ocio y aventura a cubierto.